Borrar
La localidad de Verjoyansk, en la extensa y habitualmente gélida república de Yakutia (Siberia oriental). WIKIPEDIA
Uno de los lugares más fríos del planeta alcanza los 38 grados

Uno de los lugares más fríos del planeta alcanza los 38 grados

Las altas temperaturas de este fin de semana en la localidad siberiana de Verjoyansk indican que el calentamiento del Ártico se acelera

rafael M. mañueco

Corresponsal. Moscú

Martes, 23 de junio 2020, 00:40

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

La localidad de Verjoyansk, en la extensa y habitualmente gélida república de Yakutia (Siberia oriental), alcanzó el sábado 38 grados Celsius, el registro más alto en la historia de las observaciones meteorológicas. El anterior fue en Alaska, en la ciudad Fort Yukon, con 37,8 grados en 2015. Considerado junto con Oimiakón, también en Yakutia, uno de los lugares más fríos del planeta, con temperaturas que en invierno pueden situarse en torno a los 70 bajo cero, Verjoyansk vivió su anterior récord de calor con 37,2 grados. El diario local 'Vesti Yakutii' cita la opinión de científicos de la región que advierten de que temperaturas tan altas como las de ahora «no se esperaban hasta 2100, por lo que el calentamiento del Ártico se ha adelantado 80 años».

En declaraciones a la agencia RIA-Nóvosti, Tatiana Marshalik, jefa del Departamento Meteorológico de Yakutsk, la capital de la república, asegura que la anomalía térmica en Verjoyansk se debe «a un poderoso anticiclón llegado del este, pero para el 27 de junio la temperatura caerá a los 15 grados». Por su parte, Román Vilfand, jefe del Servicio Meteorológico Federal (Rosguidromet) de Rusia, sostiene que «30 grados de calor es normal en las zonas del norte de Yakutia en verano, pero temperaturas aun más altas suelen producirse en julio, no en junio». Vilfand ha alertado de que «si este anticiclón permanece activo más tiempo, aumentará considerablemente el riesgo de incendios».

El año pasado el fuego arrasó diez millones de hectáreas de árboles en Siberia y este se presenta aún más cálido

Los fuegos en Siberia ya alcanzaron en abril una «situación crítica». Según datos del ministro de Protección Civil ruso, Evgueni Zínichev, «en lo que va de año, en la región siberiana de Krasnoyarsk los incendios forestales han arrasado una superficie diez veces mayor que la que se quemó en las mismas fechas de 2019». En mayo habían ardido ya 4,8 millones de hectáreas de bosque.

Las altas temperaturas, la falta de lluvia y la quema descontrolada de pastizales secos provocan los incendios. El año pasado fue uno de los peores que se recuerdan: el fuego acabó con 10 millones de hectáreas de árboles en distintos puntos de Siberia, superficie que equivale al 1% de toda la masa forestal de Rusia. Y es que, según Vilfand, «2019 fue el más cálido en Rusia de los últimos 120 años». Pero 2020 «podría ser todavía más caliente». El Servicio Meteorológico Federal de Rusia sostiene en distintos informes que el cambio climático no solo favorece los incendios y el deshielo del Ártico, sino también las inundaciones y las plagas de insectos. Por otro lado, en el sur de Siberia, especialmente en los distritos de Tulun y el lago Baikal, han aumentado las precipitaciones, provocando inundaciones. El clima más suave ha llevado también a que cotas demasiado septentrionales se pueblen de nuevas especies de aves, animales e insectos. Algunos, como orugas y escarabajos, altamente nocivos para la vegetación.

Incluso las infraestructuras mineras y energéticas desperdigadas por todo el Ártico ruso sufren las consecuencias del deshielo. En Norilsk, al norte de la región siberiana de Krasnoyarsk, la rotura de los soportes de un depósito de combustible de una planta térmica, debido al descongelamiento del permafrost, provocó un vertido de 20.000 toneladas de diésel que todavía no se ha logrado limpiar.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios