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Henry Markram, profesor del Instituto de Tecnlogía de Lausana y principal responsable del 'Human Brain Project'
La pugna entre científicos amenaza el proyecto europeo más ambicioso

La pugna entre científicos amenaza el proyecto europeo más ambicioso

Más de 360 investigadores rechazan por «falta de transparencia» la gran iniciativa de la Comisión Europea para descubrir los secretos del cerebro

Álvaro Soto

Miércoles, 16 de julio 2014, 00:05

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El proyecto científico europeo más ambicioso puede estar herido de muerte. Más de 360 investigadores han enviado a la Unión Europea una carta en la que critican duramente el 'Human Brain Project' (HBP), la iniciativa continental que busca desvelar los secretos del cerebro y que compite con un plan similar en Estados Unidos, impulsado personalmente por Obama.

En Europa, sin embargo, no ha sido posible encontrar la unanimidad que sí existe en la otra orilla del Atlántico. La falta de transparencia, la distribución de los recursos, la expulsión de 18 laboratorios que comenzaron pero ahora se quedan fuera o las quejas de los que nunca estuvieron dentro amenazan un proyecto que nació con muchas esperanzas hace tres años y echó a rodar de verdad hace apenas nueve meses y que cuenta con una financiación, durante la próxima década, de 1.000 millones de euros (en cualquier caso, una tercera parte que en Estados Unidos), gran parte de ellos aportados por los gobiernos nacionales. Volcar en un ordenador todos los datos del cerebro para realizar una 'supersimulación' es el objetivo de esta iniciativa europea, ahora en el aire.

«No puedo dejar de sentir tristeza, ya que los científicos nos caracterizamos por la unificación de esfuerzos para alcanzar un fin común y, personalmente, creo que la carta divide nuestro trabajo», se lamenta Rafael Luján, profesor de la Universidad de Castilla-La Mancha y responsable de uno de los 18 equipos españoles que participan en la iniciativa (en total, 112 de 24 países). Efectivamente, la misiva ataca el corazón del proyecto, que en un primer momento ya cosechó el rechazo de muchos investigadores por centrarse en la simulación del cerebro mediante tecnología informática. «La eliminación de 18 laboratorios demuestra todavía más la limitación de los objetivos y la recolocación de los recursos», expone el texto de los 360 científicos.

«Una de las principales preocupaciones expresadas en la carta es que el HBP trata de abordar objetivos tan poco realistas que ello puede dañar la neurociencia, y se dice que aún no se sabe lo suficiente como para abordar este gran desafío. Yo comparto esta incertidumbre. Sin embargo, la información actual que existe sobre el cerebro es tan fragmentada que nadie sabe realmente lo mucho o poco que se conoce sobre este órgano. Lo que está claro es que gracias al HBP se van a crear unas nuevas tecnologías que beneficiarán no solo a la neurociencia, sino a otras muchas disciplinas científicas», expone Luján.

Pero a juicio de algunos, los motivos de la carta son más pedestres. «Me consta que algunos de los firmantes lo han hecho por despecho, porque ellos no están en el proyecto», explica otro científico que está dentro del plan y pide guardar el anonimato. «El proceso de participación ha sido totalmente transparente. De hecho, muchos de los que están en la carta participan o han participado en otros proyectos de la Unión Europea pero ha sido ahora, al quedar fuera de este, cuando ponen el grito en el cielo», relata este investigador, que tampoco comparte dos de los argumentos expuestos por los españoles que firman la misiva: la iniciativa se centra en la neurobiología y deja de lado otros campos y además, margina a los científicos españoles.

«Solo el 8% del dinero se dedicará a aspectos puramente biológicos o neurológicos; el resto del dinero se invertirá en medicina y supercomputación», rebate este investigador español; «y tampoco es verdad que se haya marginado a los españoles. Hay españoles. Pero olvidan que este proyecto no trata de escoger una representación de los mejores neurocientíficos nacionales, sino de que aquellos especialistas en un campo muy concreto de la neurociencia puedan aportar su trabajo y experiencia».

Desde la Comisión Europea se destaca que, con nueve meses de andadura, es pronto para sacar conclusiones, aunque se insiste en que todos los años un panel con los mejores expertos revisará los resultados del proyecto, lo que garantizará una mayor eficiencia. Pero mientras tanto, ya ha cundido el desánimo. Henry Markram, profesor del Instituto de Tecnlogía de Lausana y principal responsable del HBP, afirma sentir «tristeza» por las críticas recibidas, que califica como «una tragedia para la Neurociencia y para toda la Humanidad».

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