¡BRAVO, DON BENITO!

Vean cómo se las gastaba don Benito criticando una representación de 'La africana' de Meyerbeer en el Teatro Real: «Los fallos de los cantantes no pueden suplirse siempre con la habilidad escénica de M.Harris [...] con una escenografía o vestuario lujosos. Lo accidental no puede suplir la falta de lo esencial. La compañía del Real, disfrazada hasta ahora con la púrpura escénica, ha enseñado por fin las orejas del asno bajo la piel del león. Basta de elucubraciones coreográficas, queremos que nos canten bien». Clarísimo don Benito, lo sustancial es la música y el canto y detrás irán los oropeles escénicos.

Lo que Pérez Galdós denunció hace 150 años, la escenografía protagonista, por inútil, reclamando la importancia musical, está hoy de rabiosa y polémica actualidad por las estúpidas puestas escénicas que el aficionado tiene que digerir. Hoy el director de escena es el mayor protagonista, salvo en casos de cantantes superestrellas; hoy ese 'regisseur' cambia el libreto a su antojo de manera que el grial puede ser un conejo y el asesino pasa a ser asesinado. Esto ha pasado en Florencia en 'Carmen', en enero. El visionario director escénico Leo Muscato se arroga el cargo de ¿fiscal feminista? y decide que la 'maltratada' Carmen mate de un tiro a D. José, el que realmente está manipulado por la gitana. El final al revés.

¿Hasta cuándo el aficionado tolerará estos desatinos? Porque al final quien manda es el que compra y cuando no compren semejantes memeces los teatros se atarán los machos. O si no, vuelva Vd. don Benito.