Borrar
cuentas nacionales

La economía española crece un 3,5% y confirma su fortaleza

La demanda nacional continua mostrando una "lenta" desaceleración, recortando su tasa de crecimiento en una décima, hasta el 4,7%

EUROPA PRESS | MADRID

Jueves, 4 de mayo 2006, 02:00

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

La economía española creció un 3,5% en el primer trimestre del año en tasa interanual, tras registrar un repunte intertrimestral del 0,8%, una décima menos que en el último trimestre de 2005, según las previsiones del Banco de España.

El instituto emisor indica que la demanda nacional continuó mostrando en este periodo una "lenta" desaceleración, recortando su tasa de crecimiento en una sola décima, hasta el 4,7%. La evolución del consumo y de la inversión en capital fijo siguieron sosteniendo la demanda interna, aunque ambas variables se moderaron en los primeros meses del año.

Por ramas de actividad, la construcción y los servicios de mercado siguieron siendo los sectores más dinámicos de la economía española y los que más contribuyeron al aumento del PIB . Por su parte, la actividad industrial tendió a consolidar e intensificar la mejora registrada en la segunda mitad de 2005

En cuanto al consumo de los hogares, el Banco de España indica que siguió creciendo por encima de la renta disponible, aunque señala que el alza de los tipos de interés facilitó la moderación del consumo a través de su efecto sobre la renta, a la que restó unas décimas de crecimiento.

Igualmente, apunta que la menor revalorización de la riqueza de las familias, ligada a los menores crecimientos de los precios de la vivienda, contribuyó a desacelerar el gasto de las familias, aunque ese menor crecimiento no esté siendo suficiente para detener el recorte de la tasa de ahorro.

En el caso de la inversión residencial, donde el impacto de los mayores costes de financiación es aún mayor, la moderación del gasto, según el Banco de España, está siendo por el momento igualmente gradual.

De esta forma, en los primeros meses de 2006 el aumento de la financiación concedida a los hogares fue superior al 20%, lo que eleva la vulnerabilidad del gasto ante nuevos endurecimientos de las condiciones monetarias y una desaceleración del precio de la vivienda.

Construcción e Inversión

Por otro lado, el Banco de España sostiene que tanto la inversión en equipo como la construcción moderaron en el primer trimestre su impulso, aunque el crecimiento de la formación brutal de capital se mantuvo en torno al 6%.

En concreto, señala que el gasto de las empresas en formación bruta de capital mantiene un impulso significativo en un contexto de expectativas elevadas de demanda, aunque ha tendido a desacelerarse en relación con la primera mitad de 2005, posiblemente afectado por las subidas de tipos de interés que comienzan a materializarse.

Al mismo tiempo, la mejora de la aportación de la demanda exterior neta fue algo menos intensa que a lo largo de 2005, recortando 1,4 puntos al crecimiento del PIB , una décima menos que en el trimestre anterior.

"El año 2006 parece haber empezado con un mayor dinamismo tanto de las exportaciones como de las importaciones de bienes, que apuntaría, en el caso de las ventas al exterior, a la existencia de algunos factores extraordinarios tras los malos resultados del año pasado", añade el Banco de España.

Menos desequilibrio

En este sentido, el organismo supervisor afirma que la recuperación de las principales economías de la zona euro puede facilitar los cambios que, de forma incipiente, se están produciendo en la composición de la demanda, haciéndola algo menos desequilibrada.

Así, indica que en los últimos trimestres se ha observado, con distinta intensidad y persistencia, una pauta de "lenta moderación" de la demanda nacional --que aún conserva tasas "muy elevadas"--, junto con una reducción de la contribución negativa de la demanda exterior al crecimiento que, no obstante, sigue siendo "muy contractiva".

En este contexto, subraya que el menor grado de holgura de las condiciones monetarias y financieras, junto con la moderada desaceleración que viene experimentando el precio de la vivienda, compatible con una "reabsorción gradual" de la brecha entre su nivel actual y el equilibrio a largo plazo, facilitarían el "ajuste paulatino" del gasto.

No obstante, advierte de que la acumulación de pérdidas de competitividad precio y coste ha continuado, manteniéndose el riesgo de "nuevas ampliaciones" del desequilibrio exterior.

Crecimiento del empleo

El Banco de España indica que el empleo evolucionó en línea con el aumento del PIB , manteniendo su ritmo de crecimiento en una tasa del 3,2%, sin que se observen por el momento cambios en la patrón de "bajas ganancias" de productividad.

Concretamente, afirma que la evolución del empleo en los primeros meses de 2006 aporta pocos cambios en los patrones ya conocidos de fuerte avance en la construcción y los servicios y bajo crecimiento de la productividad del trabajo, especialmente en estas mismas ramas. Además, destaca que el empleo en la industria ha prolongado en 2006 la "modesta" recuperación que inició a finales de 2005.

En cuanto a los costes salariales, el organismo presidido por Jaime Caruana indica que los resultados de la negociación colectiva para 2006 apuntan de nuevo hacia incrementos salariales en torno al 3%, si bien advierte de que el impacto de la activación de las cláusulas de 2006 será más intenso que el año anterior.

El Banco de España afirma que el avance de los costes laborales y el impacto alcista del encarecimiento de la energía han sustentado el aumento de la inflación en los primeros meses de 2006, en un contexto de ampliación continuada de los márgenes de explotación. El IPC situó su tasa de variación interanual en el 3,9% en marzo.

En este sentido, el organismo supervisor indica que el precio del crudo superó sus máximos históricos en el mes de abril, como consecuencia de las tensiones geopolíticas en algunas zonas productoras. Este encarecimiento, en un contexto de fuerte aumento de la demanda y un excedente de producción muy reducido, se ha trasladado a los precios.

Aunque por el momento la incidencia de estos aumentos sobre las tasas de inflación y crecimiento sigue siendo reducida, el Banco de España afirma que no cabe descartar la "aparición retrasada" de estos efectos. "Además, el riesgo de un agravamiento de las tensiones en el mercado de petróleo es elevado y, dado que el origen se situaría en un posible recorte de la oferta, el impacto sobre el crecimiento global sería mayor", subraya.

Reformas

A modo de conclusión, el organismo presidido por Jaime Caruana dice que, si bien la economía española ha sido capaz de generar algunos cambios en su patrón de crecimiento en los últimos trimestres, estos cambios son todavía "inciertos e incipientes" y pueden ser demasiado "lentos y graduales" para facilitar la corrección requerida.

Además, apunta que, en otros ámbitos, como la formación de precios, se mantienen comportamientos inerciales, que no solo no contribuyen a corregir las pérdidas de competitividad, sino que pueden agravarlas.

Esta situación, concluye el Banco de España, requiere que las políticas económicas se orienten hacia la corrección de estos desequilibrios, moderando las presiones de demanda a través de la política fiscal, y aumentando la flexibilidad de la economía con nuevas reformas estructurales.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios