Borrar

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Concha Andreu y su titular de Salud, Sara Alba, verbalizaron ayer posturas desiguales sobre cuál debe ser el marco de restricciones en La Rioja ante el empuje que sigue mostrando la quinta ola de la pandemia. Mientras la presidenta juzgó suficientes las actuales limitaciones volviendo a apelar a la responsabilidad individual, la consejera se inclinó por endurecerlas a partir de la evolución del virus y el informe en el que su equipo trabaja. Las evidentes diferencias de criterio pese a la insistencia del Ejecutivo en que no existe tal divergencia se antojan una receta inapropiada en una coyuntura crítica. Desde su eclosión, el COVID ha tenido en la incertidumbre un aliado feroz, generando entre la población dudas y temores que solo mensajes unívocos y clarificadores por parte de las autoridades pueden contrarrestar. Las virtuales discrepancias que pueden suscitarse en el seno del Gobierno sobre cómo actuar en una situación tan compleja resultan comprensibles, aunque tan importante como mantener la lealtad y la jerarquía resulta escuchar sin pensar en derivadas políticas. La meta para doblegar al virus aún no ha llegado pese a la extensión de las vacunas y el camino solo puede andarse al mismo paso.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios