LA GRAN TRADICIÓN DE 'LES BALLETS RUSSES'
CRÍTICA DE BALLET ·
La noche del pasado sábado fue un momento más que memorable para los balletómanos de nuestra ciudad. El repertorio de los Grandes Ballets Rusos de ... Diaghilev llegaba a Logroño de la mano de una gran compañía dirigida por Nina Ananiashvilli, bailarina estrella del Ballet Bolshoi de Moscú.
El Ballet del Teatro Estatal de Georgia-Tiblisi llegaba a Logroño con dos piezas emblemáticas del gran repertorio balletístico del siglo XX: 'Chopiniana' o 'Les Sylphides' y 'El pájaro de fuego', una excitante aventura que nos hacía pasar del blanco y negro al color más explosivo. Un ejemplo claro de la tremenda creatividad de Michel Fokine (1880/1942) plasmada en estos dos trabajos tan diferentes y determinantes para la historia del ballet.
La sencillez en 'Les Sylphides', inspirada en el ballet romántico y que no se debe confundir con 'La Sylphide' de Taglioni (1832), es un paso adelante en conceptos expresivos y técnicos donde la sencillez en líneas y pasos crea una atmósfera poética de ensueño. Los trozos de música de Chopin, orquestados por Glazunov y Keller son la base sobre la que Fokine, después de varias creaciones anteriores, presenta este ballet en París en el año 1909.
Con 'El pájaro de fuego' (primer ballet totalmente ruso, en términos de argumento, música y coreografía) la escena se llenó de un colorido y una originalidad desbordante. Esta pieza significó un paso adelante, en términos coreográficos, con el que Fokine rompe, sin traicionar el pasado, con las formas establecidas por Marius Petipa. Él las sustituye por elementos del folklore y con momentos singulares de mímica que seducen a la sociedad parisina de 1910.
Esta creación supuso una obra de ruptura y que sigue siendo pieza determinante en todas las compañías de prestigio.
Los componentes del ballet han interpretado estas dos piezas del pasado de manera magistral y han transmitido con fidelidad el espíritu Chopin/Stravinski/Fokine. Una pena que no podamos citarlos de manera personal pero todos ellos estuvieron exquistamente acertados en la técnica y en el sentimiento que demandan las partituras.
Apesar de la mediana entrada registrada, los aplausos fueron largos y cálidos. Nos hace suponer que el público, muchos jóvenes estudiantes de ballet, disfrutaron y supieron apreciar la oferta del Ballet del Teatro Estatal de Georgia-Tiblisi.
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