UNA FERIA PARA VIVIRLA DÍA A DÍA Y CON ESPERANZA
Torista o torerista. Yo torista ¿y tu? Siempre me he considerado torista, si bien el concepto puede que no se ajuste a lo políticamente correcto. ... Reconozco que, a pesar de que el toro de lidia es el rey de la fiesta, estoy en clara, clarísima, desventaja, ya que más del 80% por ciento de los que van a las plazas a ver una corrida o una feria son partidarios de los toreros y muchas veces no saben la ganadería que se lidia. Eso es absolutamente cierto. No hace falta ni preguntarlo incluso a mucho aficionado asiduo a los cosos taurinos. Pero uno es como es y siempre rendiré homenaje al toro bravo. Y aunque cada día vemos menos bravos en los ruedos, en las dos últimas temporadas ha habido un repunte en muchas ganaderías 'comerciales'. Puede que sea una ilusión mía, pero estoy viendo toros del gusto de las figuras mansonas que repiten y humillan y hasta, algunas veces, ponen en aprietos a más de un torero.
Unas cuantas líneas para decir lo que tantas he escrito a lo largo de más de tres décadas. Me hubiera gustado ver anunciadas en Logroño ganaderías como las de Victorino, Adolfo, Luis, Torrestrella... y acartelados los figurones del toreo como Ponce, El Juli, Manzanares, Roca Rey... Mas dejemos de soñar cosas increíbles, por no decir imposibles, que no verán nuestros ojos y vayamos a un breve análisis de la feria matea.
Los carteles de los días 21, 23 y 24 no merecen ni un pero, a priori. Si los toros de Garcigrande, Núñez del Cuvillo y Victoriano del Río sacan fuerzas y casta, podremos disfrutar los toristas y los toreristas. Oiga, que es así, que no tengo opiniones en contra hasta ver el desarrollo de los toros, uno a uno y aplaudiré con fuerza si se dan esas circunstancias. Y lo haré muy contento. En la corrida de rejones, con Hermoso de Mendoza padre e hijo, baja cartel la compañía de la señorita Lea Vicens, que aunque va toreando mucho esta temporada (y se le nota en la cara de los toros al realizar las suertes), evidencia notable diferencia con el maestro.
La corrida de cierre de feria baja muchísimo. El Cid bien merecía alternar con figuras. Leal tiene, hay que decirlo, un valor a prueba de cornadas y Luis David le anda mucho a los toros por la cara pero carece, por el momento, de calidad y profundidad para una plaza y una feria que fue importante en el calendario taurino.
Muchas cosas buenas tendrían que pasar para que Logroño vuelva a ser lo que fue por los ochenta, pero no pierdo la esperanza de verlo y vivirlo. En honor a la verdad, debo decir que estoy de acuerdo totalmente con Óscar Chopera cuando dijo que esta feria era la mejor montada de los últimos años.
Los aficionados toristas estamos, creo yo, en desventaja con los aficionados toreristas. Siempre tenemos en la mente las corridas a las que se apuntan las llamadas figuras y figurones. Tenemos siempre la 'mosca' detrás de la oreja, por aquello de las fuerzas, por su escasez generalmente, por aquello de la bravura y la acometividad y repetición de las embestidas, su pelea o no pelea en el caballo, dándose la circunstancia de que cuando un toro se arranca de largo al caballo, empuja metiendo los riñones con la cara abajo, toda la plaza aplaude con gran intensidad, al contrario que sucede la mayoría de las veces, las pitadas a los del castoreño por tapar la salida al toro. Y no digamos cuando el público cree que le han pegado demasiado, que ocurre muchas veces aunque no por el castigo, sino más bien por el escaso poder el morlaco. Otra curiosidad, casi generalizada en todas las plazas, lo de aplaudir al picador por no picar es una de las paradojas del mundo de los toros. Además de ser torista, que hoy día es una pequeña desgracia, soy de los que siempre ven la botella medio llena. Prefiero ser así que verla como los pesimistas, medio vacía.
De los toros deseo que salgan bravos la mayor parte de los 24 de las cuatro corridas a pie. De los toreros les diré que Urdiales con su doblete merecido, de Cayetano y de la promesa que es Ginés Marín, en la primera, esperamos mucho. Y deseamos más, al igual que en la tercera con Ferrera, Manzanares y Roca Rey ante los de Cuvillo. Otra gran esperanza como aficionado la tengo puesta en Pablo Aguado. De los dos restantes sabemos cómo están y lo que pueden dar.
La última baja mucho. Veremos cómo salen los toros del Parralejo. De El Cid esperamos una buena despedida en su retirada bien ganada porque ha sido torero importante ante toros, como los de Victorino, con los que triunfó muchas veces. El francés Juan Leal tiene más valor que un legionario, tanto que llega a bordear la temeridad, aunque, además, sabe torear por lo clásico. Luis David, que seguro que va a gustar a un montón de espectadores, no me parece con categoría para figurar en la feria matea, aunque esté apoderado por la empresa. El buen deseo que no falte y la esperanza tampoco. Que tengamos una muy buena feria taurina matea de 2019 y que la vivamos con buena salud y salgamos todos contentos. Amén.
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