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Un mal endémico

Un mal endémico

Editorial ·

La lucha contra el paro de larga duración exige políticas activas que mejoren la empleabilidad de los más desfavorecidos

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Lunes, 8 de abril 2019, 10:25

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La tasa de desempleo en España, endémicamente elevada, es del orden del 14% todavía, lo que significa que están en paro unos 3,2 millones de personas. De ellos, 1,3 millones son parados de larga duración, es decir, llevan más de un año en las listas del antiguo INEM. Son 800.000 menos que en 2014, el punto culminante de la crisis (ha habido, pues, un descenso de más del 38%), pero aún estamos muy por encima de los 648.000 parados crónicos que había en 2008, antes de que la crisis comenzara a hacer estragos en el empleo.

El desempleo de larga duración es socialmente muy nocivo puesto que genera desintegración social y además agrava la brecha de género ya que el 64% de tales parados son mujeres (casi duplican a los hombres). Además, es muy alto el porcentaje de quienes, dentro de este colectivo, llevan dos años o más en paro (el 66%, el doble que en 2008), en tanto los que acumulan tres años de desempleo son el 50%. Todo ello es consecuencia de un envejecimiento del grupo (el 70% tiene más de 45 años; el 40% más de 55), que posee además una formación muy precaria (el 71% ha cursado como mucho la enseñanza obligatoria y más de 40% no ha terminado secundaria). Es evidente que este fenómeno es un elemento más del desempleo estructural y crónico de nuestra economía, que requiere medidas de gran calado para incrementar su baja productividad. En todo caso, la lucha contra esta situación exige políticas activas que mejoren la empleabilidad de los más desfavorecidos, es decir, un esfuerzo público en las direcciones necesarias: formación, subsidios y ayudas a la contratación. En este sentido, este viernes el Gobierno aprobó el plan 'Reincorpora-T' con el que se pretende reducir el paro de larga duración en 422.100 personas en un periodo de tres años mediante diversas políticas públicas, con un coste total de alrededor de 4.000 millones de euros; el plan incluye el subsidio para mayores de 52 años, que se aprobó en el consejo del pasado 8 de marzo. En materia de formación, se pretende que el 10% del colectivo se forme en competencias digitales y otro 15% obtenga un certificado profesional. Si se cumplen las previsiones del plan, en 2021 habrá todavía unos 850.000 parados de larga duración, 200.000 más que antes de la crisis. Sería dramático que la inestabilidad política frustrase estos programas, que deberían quedar completamente al margen de los vaivenes políticos.

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