El año de hacer

Pero puestos a pensar, sí que hay unos cuantas cosas que nos trae de deberes el 2021, si es que la pandemia nos deja y la normalidad se recupera. Aunque sea un poco, aunque sea tarde.

Nadie le podrá decir al gobierno municipal de Hermoso de Mendoza que le haya temblado la mano a la hora de ponerse a hacer. El tejido urbano de la ciudad lo atestigua: ahí está el túnel de Vara de Rey juntando hierbajos y las calles provisionalmente cambiadas ganándose la costumbre de los logroñeses.

Ahora, el reto de ese atrevimiento es la conclusión. Querer hacer algo totalmente distinto a lo que se encontraron con el nudo de Vara de Rey es loable, ahora lo que toca es hacerlo. Querer cambiar la movilidad de Logroño con decisión hacia un modelo distinto lo es también, y ahora lo que toca es concretarlo. Incidir en lo que funciona (todo el modelo urbano nacido en la zona este, por ejemplo; incluso, para mi sorpresa, Vara de Rey) y cambiar lo que no (Fundición, evidentemente).

Este 2021 exigirá el temple para hacerlo, y también para acometer el eje ciclista que atravesará Duquesa de la Victoria. Es deseable en todo Ayuntamiento tener orejas para escuchar a los vecinos que viven en las calles que maneja, pero también llega un momento en el que es necesario elegir, y parecería que ese momento está aquí. Dejar la calle como está no es una opción, y sí lo es empezar a llenar la ciudad de carriles bici que vayan a alguna parte. Y si de paso matamos la doble fila, pues mejor.

En fin, entre las cosas que se ha llevado el 2020 está, me temo, el quinto centenario de 1521. No creo ya posible hacer nada medianamente honroso para tan magna ocasión en tan pocas fechas. Y ya puestos, qué mas da 500 que 501. Por mi, como si lo dejamos para otro año: la fiesta será doble.