Tal día como hoy hace 504 años, Logroño escribía una de las páginas relevantes de su historia, tanto por lo que supuso para los logroñeses ... de la época como por lo que acabaría aportando como inspiración de nuestro carácter para el futuro. Logroño resistió entonces con valentía el asedio de las tropas francesas de André de Foix en un ejemplo de coraje, resiliencia, colaboración e ingenio. Y eso es lo que celebramos desde entonces cada mes de junio: el espíritu bravo, alegre y unido que nos hace únicos.
Los logroñeses y las logroñesas de la época no sabían la repercusión futura que iba a tener su gesta. Era lo que les tocaba vivir y lo resolvieron con la determinación y el sentido práctico que también nos caracteriza. Si Logroño no hubiera resistido como lo hizo, muy probablemente España y Europa serían diferentes. Y así lo reconoció en su día Carlos V otorgándonos esas tres flores de lis que aún hoy lucimos en nuestro escudo.
Más de 500 años después, en un contexto en el que las circunstancias que nos 'asedian' son diferentes, ese espíritu de 1521 nos sugiere algunas claves para confiar en nuestras capacidades, en nuestros conocimientos y en nuestra determinación.
Pero tiempo habrá para análisis trascendentes más adelante. Hoy estamos de fiesta grande en honor de nuestro patrón, San Bernabé, y es momento de disfrutar de nuestra ciudad, de sus buenas gentes y de los variados actos que desde el Ayuntamiento y desde cantidad de colectivos ciudadanos hemos preparado para todos los públicos.
Entre esos actos, volverán a tener especial protagonismo los históricos y tradicionales; aquellos que, día a día, nos recuerdan los episodios más relevantes vividos durante el asedio. Gracias al trabajo, entrega e implicación de colectivos como las cofradías de San Bernabé, del Pez, de la Virgen de la Esperanza, Guardia de Santiago, Héroes del Revellín, recreacionistas y voluntarios de Logroño, revivimos y recordamos una parte esencial y fundamental de nuestro pasado.
También me parece destacable el esfuerzo constante que se realiza desde la concejalía y la Unidad de Festejos en seguir enriqueciendo las referencias que recuerdan el voto que la ciudad hizo a San Bernabé. Este año se refuerza el acto de las Luminarias con un desfile previo desde la Casa de las Ciencias y posterior hasta el Revellín para presentar las velas al Patrón.
A actos habituales como la entrega de las Insignias de San Bernabé a logroñeses y logroñesas que han destacado por su dedicación a la ciudad, la recepción a las niñas y los niños de San Bernabé, el reparto del pan, el pez y el vino o el reloj de San Bernabé, se unen otras referencias, como la recreación '1521: La leyenda' que recuperamos el día 8.
San Bernabé nos ofrece muchos momentos para entender el pasado de Logroño, pero también nos permite disfrutar de lo mejor de nuestro presente: una ciudad moderna, con una destacada oferta cultural que en estos días se refuerza de forma considerable.
La fiesta se vive intensamente en todos los espacios de la ciudad, bien es cierto que con un protagonismo claro del centro histórico como escenario natural para enmarcar las abundantes recreaciones históricas. Pero cada vez es mayor también el esfuerzo que hacemos por que los actos lleguen a todos los barrios de la ciudad.
Mi agradecimiento más sincero para todos los colectivos ciudadanos y todos los servicios municipales que consiguen que año tras año nuestras fiestas más logroñesas sean una referencia de excelencia en el mundo. Y muy especialmente para aquellos que son claves para el adecuado desarrollo de las fiestas: el Parque de Servicios y los servicios de seguridad, emergencias (Policía Local, Bomberos, Protección Civil) y limpieza.
Aunque son ya unos años los que, como buen logroñés, llevo disfrutando de las fiestas de San Bernabé, me sigue emocionando ver cada año con qué especial intensidad viven las fiestas los más pequeños. En los últimos años, además, reforzada por la creciente actividad de centros educativos, ludotecas y centros jóvenes para que conozcan nuestras tradiciones.
En sus ojos se reflejan con especial emoción las historias de la ciudad y las demostraciones representadas por recreacionistas y voluntarios; en sus aplausos, risas y gritos de advertencia se viven de otra manera las aventuras de Gorgorito y de otros espectáculos que recorren nuestras calles.
La participación de los logroñeses de todas las edades en los actos es sobresaliente y a ello os animo una vez más:
¡Que bailéis, cantéis, juguéis y os dejéis llevar por la alegría de estos días! ¡Que comáis con placer las abundantes y buenas viandas que nos ofrecen las peñas en sus degustaciones, nuestros establecimientos de hostelería y restauración en sus barras y comedores y nuestras cofradías en las degustaciones más tradicionales! ¡Y que bebáis con moderación los buenos caldos que salen de nuestras bodegas!
Y, sobre todo, ¡compartid la alegría, la mesa y el mantel con vuestros amigos y convecinos y con quienes nos visitan en estos días, que la fiesta sabe mejor si se celebra en compañía!
Porque San Bernabé no es sólo una fiesta. Es identidad, es memoria, es unión.
¡Buen San Bernabé a todas y a todos!
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