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Estoy conduciendo

MAYTE CIRIZA

Jueves, 1 de enero 1970

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Mirar el móvil envejece». Así se titulaba un reportaje sobre varias cremas antiarrugas en un suplemento dominical este fin de semana. Según el artículo, la piel necesita un salvapantallas -nunca mejor dicho- para protegerse de la llamada contaminación digital producida por la luz azul, porque estamos expuestos unas seis horas al día a pantallas de algún tipo: de ordenador, de móvil, de tabletas o de televisión. Y como dejar de hacerlo es imposible porque los móviles forman ya parte indisoluble de nuestras vidas, te colocan las cremas con el mensaje de que te protegen de la luz que emiten estos dispositivos y se evitan las arrugas. Mirar el móvil envejece. Claro, y no mirarlo también.

Lo que sienta fatal no es mirar el móvil, sino hacerse selfis. 259 personas han muerto en los últimos siete años por buscar el autorretrato perfecto. Arriesgaban su vida para hacerse un selfi que luego iban a colgar en las redes sociales: desde lo alto de un rascacielos, desde una chimenea de 180 metros, al borde de un precipicio, mientras iban conduciendo o subidos a la barandilla de la escalera de un décimo piso.

Pero no hay que subirse a una azotea a hacerse un selfi para correr un riesgo mortal. En el día a día estamos atrapados por el móvil con consecuencias trágicas a veces. Por ejemplo, los accidentes de tráfico por usar el móvil se han multiplicado en los últimos años y, de hecho, el uso del teléfono mientras se conduce es una de sus principales causas. Casi el treinta por ciento de los siniestros de tráfico, mortales o graves, están causados por distracciones, y la primera causa de distracción es el teléfono móvil, ¡por delante del alcohol y de la velocidad! Su efecto es comparable a conducir bajo los efectos del alcohol, pero socialmente se tolera muchísimo más. No hay día que no vea a alguien en Logroño hablando con el móvil en la mano, pegado a la oreja o escribiendo un guasap mientras va conduciendo. El nuevo director general de tráfico ha llegado a proponer un modo 'coche' para el teléfono, de la misma manera que en el móvil hay un modo 'avión'.

Ahora, cuando te entra una llamada y no puedes o no quieres contestar, puedes darle a una tecla que envía el mensaje de «ahora no puedo hablar» o «¿puedo llamarte más tarde?» o el que el usuario quiera, porque se puede personalizar. Como está visto que no somos capaces de aguantarnos las ganas de mirar al móvil, incluso conduciendo, para ver qué mensajes hemos recibido, ¿para cuándo una opción del móvil que cuando estás al volante conteste automáticamente al mensaje o guasap que te ha entrado: «Luego te contesto, estoy conduciendo»?

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