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JOSÉ RAMÓN MONGE UGARTE
Martes, 8 de agosto 2017, 23:44
Suelo leer con interés las cartas de Pedro Zabala de las que siempre aprendo algo, mesura, ponderación, cultura... Pues bien, hoy me permito disentir de la que le cursó a Vd., Sr. Director, el 05.07.17 titulada «Las lenguas de España». En primer lugar me ha parecido un «totum revolotum», es decir, una carta en la que mezcla cosas, que no la ha dictado con un fin claro ni propone posibles soluciones al laberinto lingüístico que dibuja. Pero lo que más me ha sorprendido es cuando dice «...el mal llamado castellano». Me ha dejado boquiabierto. Pero si, como el nombre indica, nuestra lengua vernácula y común nació en Castilla y luego se extendió por la Península y allende los mares. Me voy a la Real Academia de la Lengua y por todas partes veo «castellano». Conste que no veo inconveniente en que la llamemos 'español' pero ¿por qué olvidar o desechar su primitivo origen que tanto la matiza? ¿Habrá que seguir aprendiendo del Reino Unido de la Gran Bretaña donde la lengua mundialmente conocida y extendida se llama «inglés», nacida en una parte de su territorio?
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