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La verdadera situación del Palacio de Justicia

ALBERTO HERRERÍA VALIENTE

Miércoles, 28 de junio 2017, 23:59

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Hace ya seis meses que el nuevo Palacio de Justicia comenzó su andadura en Logroño. En todo este tiempo, se ha transmitido al ciudadano una idea casi idílica de lo que suponía para nuestra ciudad este edificio.

Pasado medio año, conviene hacer balance también de lo negativo con el fin de que el ciudadano tenga una idea global.

Solo me voy a detener en uno de los muchos apartados en los que el edificio deja aún más que desear: la climatización.

Durante toda su construcción nos aseguraron que se estaría mucho mejor que en el antiguo edificio de los juzgados, ya que era un edificio inteligente. Pues no, se ha quedado en un edificio más bien tonto. De inteligente nada de nada.

Para ilustrar al lector, pondré únicamente dos ejemplos:

1. La construcción tiene la mayoría de las paredes de cristal. En planos, ya sugerimos que se hicieran de ladrillo y avisamos de los graves inconvenientes de una edificación con mucha superficie acristalada. Los responsables defendieron que al ser de cristal disfrutaríamos de mucha más claridad. Pues bien, no se tomó la decisión correcta y ahora se ha tenido que buscar una solución. Cuando hace calor se despliegan unos toldos que reducen la temperatura. Entonces, ¿dónde está la claridad que se pretendía? Más bien, parece que cuando accedes a los juzgados, se entra en las cuevas de Luis Candelas y hay que encender las luces todo el día.

2. Los aparatos de aire acondicionado se han instalado justo encima de los puestos de trabajo, lo que origina continuas quejas. Esta mala decisión provoca que unos usuarios se quejen por frío y otros por calor, debido a que no les llega aire. Estamos hablando de posibles problemas de salud y con la salud no se debería jugar.

Nunca hemos dudado de la buena intención de la Dirección General de Justicia, ya que nos consta que está intentando solucionar los problemas de la mejor manera posible. Lo malo es que cuando se toman malas decisiones, los remedios no son completamente satisfactorios.

Desde estas líneas instamos al Gobierno de La Rioja a que tome las mejores decisiones posibles y solucione de inmediato todos los problemas de los que adolece nuestro nuevo Palacio de Justicia.

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