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Pobreza energética, pobreza política y Podemos

JUAN JOSÉ JUSTO GARCÍA

Miércoles, 4 de enero 2017, 23:29

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Posemos para la foto, posemos en las convocatorias y manifestaciones vecinales, ciudadanas y toda concentración de gente que promueva una protesta sobre los problemas de actualidad, pero no hay nada más indignante que ver a los amigos y amigas del postureo callejero protestar contra los cortes de energía a familias con riesgo de exclusión social cuando son precisamente estos amigos del postureo los causantes de que no se haya conseguido evitarlo.

A Podemos La Rioja se le hincha el pecho de indignación en las calles pero se le deshincha y encoge en el despacho de su grupo parlamentario en La Rioja, pues precisamente en La Rioja, el pasado mes de mayo, el Gobierno riojano revisó las bases reguladoras para la concesión de subvenciones a entidades locales para evitar el corte de suministro de energía eléctrica y gas a familias en riesgo de exclusión social, publicado en el BOR el 18 de mayo de 2016, y contra la que Podemos no tuvo ni la más mínima intención de presentar enmienda alguna.

Las razones pueden ser múltiples. Quizás querer utilizar el mismo discurso año tras año, haciendo uso del sufrimiento de las personas con necesidades para magnificar el postureo de la calle que les proporcionó un sillón muy cómodo en las administraciones; o tal vez, simplemente, se trate de un lapsus administrativo dentro del partido por el que los cargos no van en acorde sintonía de objetivos con los cargos orgánicos; o, tan simple como básico, se ríen y utilizan las desgracias ajenas para que un grupo de pijos progresistas consigan escalar en su estatus social hacia un nivel que les sostenga como icono de salvadores, cuando realmente su comportamiento incívico e irresponsable poco a poco va apuntalando el sistema político tradicional para que todo siga como siempre, con la diferencia de la existencia de un nuevo sector parasitario dentro de las administraciones que solo pretende mantener su posicionamiento gracias a la crispación social y la indignación de colectivos vulnerables.

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