Bienestar a la baja

El Programa de Estabilidad remitido por el Gobierno a la Comisión Europea anuncia que nuestro país continuará recortando las coberturas y los servicios del Estado del bienestar durante las próximas décadas. La globalización creciente de la economía y el envejecimiento de la población son los dos factores que estrechan los márgenes de acción de cualquier gobierno. El signo ideológico de los partidos que se alternen en el poder podrá subrayar o atenuar la tendencia prevista. Pero la sostenibilidad del modelo de bienestar vigente hasta 2008 se ve comprometida también cuando nuestra economía está en condiciones de hablar en términos de recuperación; como si fuera imposible una vuelta atrás. Resulta inimaginable la proyección de una sociedad subsidiada desde el nacimiento hasta la última etapa de vida de la gente. Dentro de los límites expuestos, seguirá latente la disyuntiva entre lo privado y lo público en la atención a las necesidades sociales, y será imprescindible que estas últimas sean ponderadas para fijar las prioridades presupuestarias.