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Martes, 27 de junio 2017, 21:41
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El ministro de Hacienda, que restó importancia a la probable reprobación parlamentaria que sufrirá por la sentencia del TC contra la amnistía fiscal, manifestó ayer que en 2018 no habrá «margen» para aplicar reducciones en el IRPF y que además «hay que tener zanahorias» para la negociación. Y, por si hubiera dudas, añadió que «las bajadas de impuestos se hacen al final de la legislatura». Como es sabido, si no se anticipan, debería haber elecciones en 2020. La democracia parlamentaria es cíclica, por razones políticas y psicológicas: los gobiernos toman sus decisiones más impopulares al comienzo de sus mandatos, cuando todavía gozan del favor popular y está lejos el hipotético castigo que tales medidas podría depararles. Y al contrario: las medidas más populares y seductoras se aplican en la cercanía de las elecciones, cuando se busca la benevolencia del electorado. La franqueza de Montoro es de agradecer pero resulta inquietante.
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