Borrar

Nuevos aires

SYLVIA SASTRE

Martes, 6 de junio 2017, 00:03

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Francia, desde las últimas elecciones presidenciales, muestra con creciente convicción que su orgullo y la coherencia con los valores de la República (libertad, igualdad, fraternidad) se han impuesto frente al miedo.

La dura batalla por la racionalidad y contra el miedo en Europa solo ha comenzado, contando con un agente en Francia, Macron, que no deja de sorprender a sus compatriotas y al mundo entero aunando con gesto grave el reconocimiento de la ansiedad social y la división de su país, pero ofreciendo un aire fresco en la clase política que permite que Europa comience a respirar con cierto alivio al comprobar que pueden existir líderes que renueven el catálogo existente, y que sean capaces de ilusionar y ofrecer otro estilo sin peligrosos populismos histriónicos ni autoritarismos.

Macron sorprende porque rompe con normas vetustas, es audaz, joven, racional y empático con la realidad social mostrando, por el momento, en la toma de decisiones que va adoptando y en su papel en las cumbres internacionales de las que es partícipe, por ejemplo la del G7 recientemente celebrada en Taormina, que la confianza depositada en él (incluso la de los que le denominaban 'ni, ni') da frutos frente a las controvertidas y desafortunadas maneras de otros recién llegados como Trump.

Estos indicadores deberían ser puestos en valor como una muestra de que la clase política tiene otras alternativas a las que parecíamos abocados desde el reinado de la postverdad, como el estilo Trump o los populismos irracionales. En cambio, algunos sectores se empeñan en sembrar la duda sobre la valía del líder francés que, en su vida personal, osa mantener un matrimonio estable con una mujer 25 años mayor que él, ya abuela, antigua profesora suya. La capacidad de un presidente de dirigir e ilusionar una nación en el contexto actual no puede ponerse en duda por estar casado con una mujer mayor; Trump (cuya esposa es 25 años más joven que él con el beneplácito social) parece un elefante en una cristalería tratando delicados asuntos nacionales e internacionales; ponerla en duda refleja la más casposa visión de que mantener una relación estable con una persona significativamente más joven solo es cosa de hombres respetables, mantenerla con una mujer madura es signo de inmadurez o inestabilidad.

En el momento de transformación que vivimos, deberemos escoger líderes que respondan, entre otros, a modelos tipo Trump o tipo Macron. De ellos, Macron representa un nuevo método para afrontar los grandes cambios sociales en este ciclo histórico que debemos afrontar con valentía y lucidez desde mentes abiertas a nuevos aires, sea cual sea la edad de su pareja, siempre que su relación sea transparente, igualitaria y honesta; respetando los derechos humanos y democráticos.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios