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Viernes, 11 de enero 2019, 12:06
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Malestar en el Tribunal Supremo por un permiso extraordinario de urgencia concedido al exconsejero catalán Josep Rull, en prisión preventiva por la causa del 'procés', sin avisar previamente al alto tribunal.
La Sala Segunda (de lo Penal) está estudiando los pormenores de la autorización dada a Rull para salir el 5 de enero pasado del centro penitenciario de Lledoners (Barcelona) y ver a su hijo pequeño hospitalizado por si pudiera haber habido alguna irregularidad, según han señalado fuentes del Supremo.
El tribunal que enjuiciará los hechos tiene previsto pedir informes al centro penitenciario y a la juez de vigilancia y, en el caso de apreciar que se ha podido cometer algún delito, lo enviarán a la Fiscalía para que informe al respecto.
La salida fue concedida por la dirección de Lledoners -sobre el que tiene competencia la Generalitat- de la que no se informó previamente al Supremo, que es el órgano judicial competente para decidir sobre los permisos de los acusados en el 'procés'.
El alto tribunal solo tuvo conocimiento de la concesión de este permiso a posteriori, cuando recibió una comunicación de la prisión, pero en la cual no se adjuntó documentación médica alguna del menor que justificara la salida.
Consultado por los servicios penitenciarios, el juzgado de guardia de Manresa dictó una resolución a las 17.00 horas del sábado en la que recordaba que el reglamento penitenciario prevé la concesión de permisos extraordinarios de urgencia por parte de la administración competente, según fuentes penitenciarias.
El artículo 161.4 del reglamento faculta al director general para autorizar un permiso extraordinario para casos de urgencia, como pudo ser este caso.
Apenas unos minutos después, a las 17.18 horas, Rull salió con dicho permiso extraordinario y fue trasladado bajo custodia policial al Hospital Sant Joan de Déu de Manresa para visitar a su hijo, que la víspera de Reyes, y durante un vis a vis familiar, se cayó y sufrió una fuerte conmoción en la cabeza, lo que le produjo una pérdida de conocimiento.
Los servicios médicos penitenciarios tuvieron que evacuarlo de urgencia y en ambulancia hasta este hospital, donde pasó unas horas desorientado, sin reconocer a sus familiares, aunque, finalmente, le dieron el alta y pudo pasar la noche de Reyes en casa, según han explicado fuentes jurídicas.
Tras visitar a su hijo, Rull - para quien la Fiscalía pide 16 años por un delito de rebelión agravada con malversación- regresó a la prisión a las 19.20 horas, es decir, dos horas después de su salida.
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