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ATLAS ESPAÑA
Martes, 19 de febrero 2019, 15:36
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Es uno de los muchos artefactos utilizados: un trozo de madera atado a un cordón de combustión lenta y a un manojo de cerillas. Agentes del Seprona de la guardia civil los han encontrado entre las cenizas de los más de 200 fuegos que ha sufrido Cantabria en estos días. En esta zona rural, siempre a finales del invierno, es la forma habitual de quemar el monte para regenerar el pasto y abrir camino al ganado. Los ganaderos, como Laureano, investigado por uno de estos incendios, están en el punto de mira. Porque las consecuencias de estas quemas descontroladas y sin autorización, dejan la imagen de una Cantabria desolada.
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