Una militar identifica «sin dudas» a dos supuestos agresores de su violación grupal

El letrado calificó de «muy satisfactoria» la comparecencia de la denunciante, ya que «se ha sentido con fuerza para explicar todo lo que ocurrió». La soldado ha aportado nuevos detalles al relato de los hechos que se configura a partir de las sucesivas declaraciones que ha ido prestando en comisaría. «No es que haya recordado ahora, ella tenía los nombres desde el principio y de hecho se los mencionó a la Policía, pero les pidió tiempo porque no estaba del todo segura», aseveró Rincón.

Según explicó la militar en su declaración, las técnicas de relajación empleadas por los psicólogos la están ayudando a recordar matices de lo que sucedió aquella noche al volver al acuartelamiento de Bobadilla tras celebrar la fiesta de la patrona del Ejército del Aire. Al parecer, la denunciante profundizó en la última declaración que prestó en comisaría, la del 16 de enero, recordando las luces de la habitación, a ratos encendida y a ratos apagada, la respiración profunda de uno de los sospechosos junto a su boca y su oreja, y los tirones del brazo que le daba otro de los individuos para cambiarla de postura.

La joven, que sigue de baja, mostró al juez su convencimiento de que fue drogada. Dijo que lo supo desde la mañana siguiente, nada más levantarse, por las sensaciones que tenía. Esas sospechas se acrecentaron al dar positivo en barbitúricos en un test que le proporcionó un compañero. Sin embargo, la analítica de sangre y orina que se hizo unos días después dio negativo, por lo que el juez está a la espera de recibir el resultado de las muestras de cabello que la tomaron.

Su abogado anunció además un «vuelco» en el curso de las investigaciones: «Algunos van a pasar a tener la condición de investigados».