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El ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska. :: efe
El Gobierno traslada al País Vasco a dos presos que han roto con ETA y pedido perdón a las víctimas

El Gobierno traslada al País Vasco a dos presos que han roto con ETA y pedido perdón a las víctimas

Olga Sanz y Javier Moreno se hallaban recluidos en Asturias y cumplirán el final de sus condenas en régimen abierto en la cárcel de Basauri

LORENA GIL

Martes, 7 de agosto 2018, 23:58

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bilbao. Los presos de ETA Olga Sanz Martín y Javier Moreno Ramajo han sido trasladados desde la cárcel de Villabona (Asturias) a la de Basauri (Vizcaya), donde terminarán de cumplir sus respectivas condenas en régimen abierto. A ambos les fue concedido el tercer grado tras haber cumplido tres cuartas partes de sus penas y rechazar el uso de la violencia. Está previsto que a Sanz Martín se le coloque un dispositivo telemático de vigilancia, lo que le permitirá hacer vida en su domicilio sin la necesidad de ir a dormir a prisión. Moreno Ramajo dispondrá de autorizaciones para salir a la calle y buscar un empleo, según confirmaron a este periódico fuentes de Instituciones Penitenciarias. El Gobierno rechazó ayer que este movimiento pueda interpretarse como un acercamiento, si bien se enmarca dentro de la política de gestos hacia los reclusos que se han desvinculado de la banda y han pedido perdón a las víctimas.

Olga Sanz Martín y Javier Moreno Ramajo, pareja y padres ambos de una niña pequeña, fueron detenidos en 1998 en el barrio bilbaíno de Zorroza. La Audiencia Nacional les condenó en 2002 a 71 años de cárcel a ella y a 74 años a él, junto a otros 14 miembros y colaboradores del 'comando Bizkaia'. Al comando se le atribuyen, entre otros atentados, el intento de asesinato del exconsejero del Interior del Gobierno vasco Juan Mari Atutxa y del entonces presidente del PP vasco Carlos Iturgaiz.

Los dos reclusos han cumplido tres cuartas partes de sus condenas: 20 de 25 años. Finalizan la misma en 2023. Además, se han desmarcado de la ortodoxia de ETA. Tanto Sanz Martín como Moreno Ramajo «han renunciado a la violencia, han pedido perdón a las víctimas, han pagado la totalidad de la responsabilidad civil derivada de su delito y han mostrado su voluntad de colaborar con la Justicia y con las demás autoridades», subrayan desde Instituciones Penitenciarias. Esta evolución motivó que el pasado mes de febrero, con el PP aún en el Gobierno, Olga Sanz Martín recibiera el visto bueno a su petición de tercer grado. Escribió una carta en la que pedía perdón por el daño que había causado, lo asumió y pidió «disculpas». «Lo lamento sinceramente», aseguró.

LAS CLAVESHan cumplido tres cuartas partes de la condena y han pagado la responsabilidad civil derivada de su delito A ella se le colocará un dispositivo telemático y él contará con permisos para buscar un empleo

Dos meses después su pareja realizó la misma solicitud. La junta de tratamiento estudió su caso, que al final fue resuelto positivamente en julio. Javier Moreno Ramajo trabajaba en el economato de la prisión asturiana, uno de los puestos a los que han accedido otros reclusos disidentes de ETA como Valentín Lasarte o Iñaki Rekarte, en la actualidad en libertad. El pasado día 27, el Ejecutivo informó a las asociaciones de víctimas de la concesión de este tercer grado, si bien no reveló la identidad del recluso amparándose en la ley de protección de datos. Tanto él como su pareja carecen, además, de delitos de sangre.

Cumplir los requisitos

Olga Sanz Martín y Javier Moreno Ramajo habían solicitado su traslado al centro penitenciario de Basauri para terminar de cumplir su condena en régimen abierto. Petición a la que ha accedido ahora Instituciones Penitenciarias. «A diferencia de un acercamiento, para el que la ley no fija ningún requisito, para el tercer grado sí que hacen falta una serie de condiciones. Y ellos las cumplen escrupulosamente», explican desde este organismo. La decisión de fijar la prisión vizcaína como «centro de cumplimiento» responde a su «arraigo familiar», señalan. Son padres de una niña pequeña y sus allegados residen en dicho territorio histórico.

A Olga Sanz se le colocará un dispositivo telemático que le permitirá cumplir el resto de condena en su domicilio, mientras que Javier Moreno contará con permisos para buscar empleo. De encontrar un puesto de trabajo, el recluso podrá abandonar a diario la prisión de Basauri y, en principio, acudir al centro solo a dormir.

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