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El asesino confeso sale custodiado por varios agentes. :: j. monzó
Las escuchas delatan a una pareja de amantes detenida por la muerte del marido de ella

Las escuchas delatan a una pareja de amantes detenida por la muerte del marido de ella

La mujer mentía a su esposo para mantener relaciones con otros hombres y ocultó esta doble vida a la Policía por vergüenza

JAVIER MARTÍNEZ

Sábado, 20 de enero 2018, 00:32

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valencia. Las escuchas telefónicas pueden resultar otra vez claves para la resolución de un crimen. En este caso, han servido para detener a un hombre y una mujer después del asesinato el 16 de agosto en Valencia del marido de ella. Ambos eran amantes y habrían decidido deshacerse de la víctima. La mujer detenida, María Jesús M., mentía y manipulaba con suma facilidad a sus amantes, amigas y compañeros de trabajo, según las investigaciones policiales y las escuchas telefónicas autorizadas por el juez que instruye el caso. Tras el acuchillamiento mortal de ingeniero Antonio Navarro Cerdán en su garaje en el barrio valenciano de Patraix, la policía descartó el robo como móvil del crimen y centró la investigación en su viuda y los dos amantes que tenía al mismo tiempo.

Las intervenciones de los teléfonos de los dos sospechosos permitieron a la policía descubrir la doble vida que llevaba María Jesús, conocida como Maje por sus amigos y familiares. La joven recibía llamadas de amistades y contestaba de forma compungida y desconsolada, para acto seguido mostrar su alegría y felicidad en otra conversación con una amiga tras confesarle que la muerte de Antonio había sido «una liberación» para ella.

Según el sumario, la viuda aseguró en numerosas ocasiones que quería vivir la vida con «mucha fiesta», reconoció que mentía a su marido para mantener relaciones sexuales con otros dos hombres, y presumió de que su esposo no quería separarse y le perdonaba las infidelidades. Además, ella saldría muy perjudicada económicamente si se divorciaba, según la transcripción de las grabaciones telefónicas.

Las escuchas desvelaron otra infidelidad matrimonial que Maje había ocultado a la policía, por vergüenza a lo que dirían de ella, con un publicista que conoció una noche de fiesta el pasado mes de mayo. Este hombre fue investigado, aunque nada tiene que ver con el crimen, ante una sospecha inicial de que pudiera estar implicado, pero no hubo referencias al asesinato en las conversaciones grabadas. La noche anterior al apuñalamiento de su esposo, la joven había dormido con este amante sin que lo supiera Salva R. P., el autor confeso del crimen y enfermero compañero de Maje.

Triángulo amoroso

Pasaban los días y las escuchas telefónicas no ayudaban a avanzar en las investigaciones, pero Salva llamó a la viuda para pedirle explicaciones al descubrir la existencia de otro hombre en la vida de su querida. El enfermero había descubierto que formaba parte de un triángulo amoroso. Estaba celoso pero seguía enamorado de Maje, y por eso le avisó de que la policía la estaba investigando, y dijo que lo sabía porque había hablado con un amigo policía. «¡Dios, Salva! No hagas locuras, ¡eh!», contestó la joven.

Días después, el Grupo de Homicidios averiguó que la viuda utilizaba otro móvil que le había dado Salva ante la sospecha de que sus comunicaciones eran escuchadas, por lo que la policía solicitó también la intervención de esta línea telefónica y logró más pruebas. El 28 de diciembre, la pareja mantuvo otra conversación sospechosa después de que el hermano de Antonio le dijera a Maje que la policía «ya tiene al culpable con nombre y apellidos y en enero lo van a detener».

Salva quedó con su amante para tranquilizarla en una cafetería cercana a una residencia geriátrica de Torrent, donde la joven también trabajaba algunos días. La Policía Nacional logró grabar una parte de esta conversación en la que los sospechosos preparaban sus declaraciones en el caso de que los interrogaran o detuvieran por el crimen, como sucedió poco después. Días después, el enfermero confesó el crimen tras ser detenido por los agentes del Grupo de Homicidios, pero exculpó a la viuda.

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