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ANDER AZPIROZ
Miércoles, 2 de agosto 2017, 00:27
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madrid. La cuerda no deja de tensarse entre las dirección nacional de Podemos y la de Podem, su marca catalana. Las acusaciones de injerencias lanzadas el lunes por el líder de Podem, Albano Dante Fachín, han recibido desde Madrid una respuesta doble por parte de Pablo Echenique.
Por un lado, el secretario de Organización niega cualquier tipo de intromisión en las competencias de la dirección regional y señala que la ejecutiva nacional se ha limitado a opinar cuando se le ha cuestionado sobre los dos asuntos que han colocado a las dos partes al borde la ruptura: la unidad con Catalunya en Comú y la posición sobre el referéndum del próximo 1 de octubre. En segundo lugar, Echenique pone en duda que Dante Fachín y su equipo gocen aún de la confianza de las bases. «Hay un número significativo de inscritos de Podem que tampoco se sienten identificado en las posiciones de su dirección», señala el responsable de Organización. Y deja claro que la maquinaria ya se ha puesto en marcha para forzar un congreso extraordinario en el que se dará la voz a los inscritos. Según afirma Echenique, «cada vez más círculos de Podem están pidiendo una Asamblea Ciudadana para decidirlo todo, incluida la composición de la dirección».
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