Borrar
El presidente del PP, Pablo Casado, recibe el premio al personaje público que mejor comunica que conceden los medios de Castilla y León. EFE/NACHO GALLEGO

Casado se declara «víctima» en el enredo sobre las inmigrantes embarazadas

Niega que el PP persiga «blindar» a las madres en situación irregular que entreguen a su hijos en adopción y defiende que se proteja su identidad

Nuria Vega

Madrid

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Jueves, 14 de marzo 2019, 15:57

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

En una precampaña hiperacelerada, el Partido Popular (PP) no calculó la dimensión de la controversia que esta semana se abría a sus pies. Pablo Casado se vio envuelto en una polémica de tal calibre que tuvo que emplear en su defensa algunas de las convocatorias previstas para este jueves. El líder de los populares negó haber planteado «blindar» a las inmigrantes irregulares que, embarazadas, decidan entregar a sus bebés en adopción. La propuesta de su partido, matizó, es garantizar por ley la «confidencialidad» de esas madres y que sus datos no puedan servir para incoar un expediente de expulsión a su país de origen.

A medida que fueron transcurriendo las horas, las muestras de indignación de Casado fueron 'in crescendo'. «Supuestamente, el PP quería intercambiar bebés por papeles. Es una aberración tan escandalosa y tan vomitiva que yo creo que yo no se la atribuiría, vamos, ni a un político del tercer mundo», llegó a trasladar a los suyos en un acto de partido en Valladolid. Se sintió, dijo, «víctima» de una noticia falsa.

La bola de nieve comenzó a formarse el martes a última hora. La plataforma Newtral, dedicada a la verificación de datos, publicó en la red social Twitter: «Nos preguntáis si el PP ha propuesto que dar a un hijo en adopción sea una causa para evitar la expulsión inmediata de una mujer inmigrante en situación irregular. Hemos hablado con el PP y nos lo han confirmado». La dirección ratificó un «blindaje» y que este no sería «para toda la vida». También añadió que el proceso de entrega del niño «no supondría un motivo de expulsión», aunque la madre tenga que reconocer su situación irregular. Pero la confusión empezó a crecer.

Horas después, fuentes de la cúpula rechazaron que lo publicado se correspondiera con lo que ellos tienen previsto incluir en su propuesta de ley de maternidad. Y señalaron como ejemplo de lo que persiguen el protocolo de adopción de la Comunidad de Madrid. En una campaña informativa, el Gobierno regional, explicó el PP, deja claro que «la entrega del bebé no tiene consecuencias legales ni administrativas». Por lo tanto, añaden, tampoco puede ser utilizada para echar del país a una madre sin los papeles en regla.

«Proteger su identidad, no hay más», quisieron zanjar. Precisamente Vox, en plenas negociaciones con el PP en Andalucía, acusó a la Junta de «encubrir» a inmigrantes irregulares, de «poseer la documentación necesaria» para su expulsión. Fuentes populares en los territorios ya se apresuraron entonces a defender la obligación de mantener la «confidencialidad» de los datos personales a los que tienen acceso, por ejemplo, los servicios sanitarios. En realidad, esto ya está garantizado y, en la práctica, tampoco se expulsa a mujeres inmigrantes que estén embarazadas.

Acusaciones de xenofobia

El volumen de las críticas al PP subió por la mañana. «Machistas. Racistas. Clasistas. Sólo faltaba secuestradores de niños. Fascistas», censuró a los populares la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau. La vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra, tachó la propuesta de «xenófoba, inaceptable, indigna y cruel». Y el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, detectó un intento de «cosificar» a la mujer y al inmigrante.

La respuesta de Casado no se hizo esperar. En el mismo evento en el que recogía un premio al 'Mejor comunicador del año' en la Universidad Miguel de Cervantes, el líder del PP aprovechó para declararse víctima de las «fake news», de las noticias falsas sobre los populares. De hecho, no vio en lo de este jueves un hecho aislado o un problema en la comunicación de su programa. «Es que entramos en una campaña sistemática que han sufrido siempre los compañeros de mi partido. Es de libro», reprochó. «Y llegaremos probablemente a (acusaciones de) homofobia, es el manual del mal candidato de izquierdas para intentar tildar a su adversario de lo que no es».

En ese contexto, también consideró una tergiversación el episodio de las dudas sobre su máster. Lo ubicó durante las primarias, «curiosamente», del PP en julio. Pero lo cierto es que fue en abril cuando el asunto saltó por primera vez a los medios de comunicación y él citó a la prensa en la sede de Génova para aclarar su situación. Del mismo modo, consideró parte de las noticias falsas que se le afeara haber relacionado aborto y pensiones. La frase de aquella entrevista de EFE fue: «Si queremos financiar las pensiones y la salud, debemos pensar en cómo tener más niños y no en cómo los abortamos».

Fuentes territoriales del PP lamentan los «tropiezos». Lo achacan a la «improvisación» y a una precampaña de hasta 5 actos al día. Casado, sin embargo, reclamó hoy «responsabilidad» a los partidos y «rigor» a los medios de comunicación.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios