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Bescansa mantiene el pulso a Iglesias y se niega a dimitir como diputada

La dirección nacional descarta adoptar medidas disciplinarias contra la cofundadora para no dañar aún más la imagen del partido

ANDER AZPIROZ

MADRID.

Martes, 24 de abril 2018, 00:19

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Carolina Bescansa mantiene el pulso a Pablo Iglesias. La cofundadora de Podemos dejó claro ayer que no piensa entregar su acta de diputada por mucho que se la presione. Esto, unido a que la dirección nacional optó tras su reunión semanal por no actuar contra ella a pesar de considerarla una «golpista», anuncia un largo periodo de turbulencias internas en la formación morada.

La ejecutiva, en la que Iglesias cuenta con la mayoría, dejó de lado sus ganas de castigar la conjura de Bescansa para no dañar una imagen de la formación que la pasada semana volvió a tocar fondo a cuenta de la pelea entre 'pablistas y 'errejonistas' por la candidatura en la Comunidad de Madrid.

Pablo Echenique evitó exigir la salida del partido de la parlamentaria y tampoco quiso valorar su situación, si bien añadió que «todo el mundo ha visto lo que ha ocurrido», una traición al líder del partido que eligieron las bases por una amplia mayoría, sostienen desde el oficialismo. Más directo fue Juan Carlos Monedero. El ariete del 'pablismo' se despachó a fondo con una de las compañeras en la fundación de Podemos, y escribió en su blog que «el Congreso pierde una mala política pero la Universidad gana una buena profesora». También la responsabilizó del fiasco electoral de las últimas elecciones generales, en las que Unidos Podemos perdió un millón de votos con respecto a la anterior convocatoria. Según Monedero, la mala lectura que hizo Bescansa de las encuestas llevó a planificar una campaña equivocada.

«Sería un disparate»

Tras un fin de semana en el que guardó silencio, la diputada respondió ayer y lo hizo con claridad: «Ni se me pasa por la cabeza porque no hay ningún motivo para eso». Es más, Bescansa dejó la puerta abierta a pugnar en un futuro por la Secretaría General, como señalaba en el documento que filtró, según dijo, por error y en el que ofrecía su apoyo a Errejón en Madrid a cambio de que éste la respaldara después a nivel nacional. Según señaló en La Sexta, si dimitiera se lanzaría el mensaje de que ningún miembro de Podemos puede aspirar de forma legítima a liderar el partido. Y eso, añadió, «sería un disparate».

En cualquier caso, la diputada, a la que algunos en el partido acusan de filtrar el borrador de manera interesada, pidió disculpas a la militancia por el escándalo que ha provocado, y que, entre otras consecuencias, la ha apeado a ella misma del número dos en la lista por la Comunidad de Madrid. También consideró que la dirección nacional ha actuado de una forma razonable al no haber adoptado medidas disciplinarias contra ella y opinó que «más allá del nerviosismo inicial las cosas están en su sitio».

La diputada también reveló que nadie de la comisión ejecutiva se ha puesto en contacto con ella, pero aseguró a continuación estar dispuesta a dar explicaciones a Iglesias, si éste se las pide, algo que todo apunta a que no sucederá al haber dado el secretario general la relación por completamente rota.

Bescansa mantendrá su acta de diputada mientras lo considere oportuno, pero a nivel orgánico se encuentra sola en el partido. Luis Alegre, quien era su mayor aliado interno, se marchó de Podemos en febrero del año pasado dando un portazo y cargando contra «la camarilla» que rodea a Iglesias. Los 'pablistas' nunca le perdonarán sus planes para derribar al secretario general y los 'errejonistas', con los que nunca ha mantenido una especial sintonía, le han dado la espalda por implicarles en una conjura que por momentos hizo peligrar su control de la candidatura en la Comunidad de Madrid.

La cofundadora sí puede aferrarse al ascendiente que mantiene entre una parte de la militancia, a la que se ganó representando el lado más amable del quintento que levantó Podemos y con las visitas que realiza desde hace meses a agrupaciones locales de todo el país.

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