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Las bases del PSOE temen que el impuesto a la banca repercuta en el ciudadano

Sánchez asegura, en su primera asamblea abierta desde que fue elegido secretario general, que la configuración del recargo lo hará muy difícil

P. DE LAS HERAS

Viernes, 12 de enero 2018, 00:20

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Madrid. Pedro Sánchez se topó ayer con los recelos de algunos militantes a su última propuesta estrella, el gravamen extraordinario para que la banca contribuya a paliar el déficit del sistema de pensiones. «La banca nunca pierde. ¿No nos harán pagar más intereses?», le espetaron durante la primera de las asambleas abiertas con las que pretende reactivar al partido tras el letargo de la crisis catalana.

El secretario general del PSOE no negó a los asistentes a su acto en Granada que pueda existir cierto peligro de que las entidades financieras repercutan a los ciudadanos el coste de su medida vía comisiones, pero aseguró que la configuración de la nueva figura impositiva -un recargo sobre el impuesto de sociedades- les complicará mucho las cosas. «Podrán encontrar distintos vericuetos, pero la policía no es tonta», dijo.

El encuentro con las bases de la provincia andaluza, el primero desde que el líder de la oposición ganó las primarias socialistas a Susana Díaz el pasado mayo, estaba pensado para hablar exclusivamente de pensiones, para explicar el plan del PSOE y para escuchar las inquietudes de los militantes al respecto. Pero Sánchez se encontró con todo tipo de preguntas y exigencias, desde la denuncia del concordato con la Santa Sede a la moción de censura contra Rajoy, pasando por las ayudas a los celíacos o medidas contra la pobreza energética.

En realidad, eso es lo de menos porque lo que pretende el líder del PSOE es que las bases empiecen a movilizarse y a difundir su mensaje. «Resulta que cuando uno enciende la tele, el debate está monopolizado por la cuestión catalana pero España es más que ese desafío, la política no puede quedar varada por la irresponsabilidad del independentismo y la incapacidad de un Gobierno víctima de su inmovilismo», admitió.

Sin Díaz

Las primarias sirvieron al PSOE para tomar cierto impulso, pero a la vuelta del verano todas sus iniciativas quedaron congeladas. «Os pido que nos movilicemos -reclamó al público granadino- que todos los datos que os he dado los comentéis con vuestros vecinos y compañeros de trabajo porque si nos quedamos en casa continuará ganando la derecha».

Sánchez tiene ahora a su favor que el partido está pacificado. Su relación con Susana Díaz, a la que dedicó un elogio al inicio de su intervención, sigue siendo distante. Es en cierto modo significativo que la presidenta de la Junta de Andalucía no se organizara para poder verse con él, ya que pisaba su territorio, aunque el próximo día 23 tendrá una ocasión más propicia porque Sánchez celebrará otra asamblea en Sevilla. Pero, en todo caso, la falta de sintonía no significa ya que el socialismo andaluz reme en su contra.

Como remarca un veterano socialista, «para ganar fuera primero hay que sumar dentro», así que el líder de la oposición ya tiene algo que no tuvo en su primer mandato. Un militante granadino, aún así, le lanzó una advertencia: «Que lo que se diga a los ciudadanos sea verdad, que si no el PSOE -avisó- se va al carajo».

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