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C. REINO
Jueves, 1 de enero 1970
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barcelona. La marca de Podemos en Cataluña agudizó ayer su crisis. La líder del sector más soberanista, Elisenda Alamany, que había planteado un pulso contra Ada Colau, anunció su renuncia como portavoz del grupo de Catalunya en Comú en la Cámara catalana. En realidad, dio un paso al lado, antes de ser destituida. Alamany, que se mantiene como diputada en el grupo parlamentario, desafió la semana pasada a la dirección de los comunes impulsando una plataforma interna con el objetivo, dijo, de reconducir el rumbo del partido que, a su juicio, se ha desviado de los valores fundacionales y ha abandonado el soberanismo.
Acusó a Iniciativa per Catalunya de poner obstáculos a la coalición, en la que están integrados también los comunes y Podemos. La dirección, con Ada Colau al frente, reaccionó con contundencia, destituyó a su mano derecha y desde el entorno de Colau replicaron que Alamany actúa por «ego y trepismo». El riesgo de escisión en los comunes aumenta dado que el sector más soberanista se ve cada vez más relegado.
Alamany asumió la portavocía del grupo en la Cámara tras la dimisión de Xavier Domènech. El exdiputado abandonó la política «agotado» por las fuertes discrepancias que hay dentro de los comunes. La ruptura en Catalunya en Comú llega a pocos meses antes de las elecciones municipales y en plena negociación con el Gobierno de Quim Torra sobre los presupuestos catalanes. Y también en pleno acercamiento de Pablo Iglesias a los partidos independentistas.
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