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Abucheos en el desfile y un traspié en la recepción

El jefe del Ejecutivo quita hierro a los gritos de «okupa» que recibió durante la marcha militar en la Fiesta Nacional

P. DE LAS HERAS

Sábado, 13 de octubre 2018, 00:02

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Madrid. No es nada nuevo. José Luis Rodríguez Zapatero también fue víctima de los abucheos cada 12 de octubre desde que llegó a la Moncloa. En 2010, en lo más caliente de la crisis económica, la cosa fue tan exagerada que incluso el rey Juan Carlos y el entonces príncipe Felipe mostraron su malestar. La pitada no respetó ni el homenaje a los caídos. Esta vez le ha tocado a Pedro Sánchez.

Los gritos de «okupa» o «elecciones, elecciones» a los que se tuvo que enfrentar el presidente del Gobierno durante el desfile militar con motivo de la Fiesta Nacional hablan a las claras del clima político que se ha instalado en España desde que triunfó la moción de censura contra Mariano Rajoy el pasado junio, con una enorme tensión entre la izquierda y la derecha. Sánchez, sin embargo, optó por quitarle hierro. «¡No voy a ser yo menos que Zapatero o González!», dijo con sorna a la prensa durante la habitual recepción en el Palacio Real.

En el encuentro ofrecido por los Reyes, el presidente del Gobierno también fue el protagonista de una anécdota desafortunada, que obligó a intervenir a los responsables de protocolo. Sánchez, el primero en la línea de saludo a don Felipe y doña Sofía en el salón del trono, pensó que tras estrechar su mano debía colocarse junto a su mujer al lado del Monarca. Así lo hizo, para sorpresa de la presidenta del Congreso, Ana Pastor, que venía a continuación y se encontró con su mano tendida.

El entuerto se deshizo pronto. Desde Casa Real se le indicó con agilidad que ese no era su puesto y que debía seguir caminando. El jefe del Ejecutivo explicó después que se le había dicho que esperara hasta que llegara el siguiente grupo de invitados, en el que iban los ministros, y en Zarzuela ofrecen la misma versión, es decir, que todo se debió a un malentendido porque sí se le indicó que hiciera una pausa, pero lo que no estaba previsto era que se colocara en ese lugar preeminente.

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