«Si sigue el calor, para el 15 de agosto podríamos cortar ya tempranillo blanco»
Pablo Franco | Director técnico del Consejo Regulador de la DOCa Rioja ·
Franco estima que, pese a los daños de pedrisco y el feroz ataque de mildiu , la cosecha, con un 90% de uva amparada, no tensionará en cantidad a la DOCa
A. GIL
logroño.
Martes, 21 de julio 2020, 07:37
El feroz mildiu primaveral y de comienzo de verano ha convertido la campaña actual en una de las mas difíciles y caras que se recuerdan: «Pese a todo, el viñedo está bien en términos generales; no ha habido 'fallos' de la naturaleza ni en la floración ni en el cuajado y tenemos viñas con producción», explica el director técnico del Consejo Regulador, Pablo Franco. «El granizo y el mildiu –continúa– han causado importantísimos daños particulares en muchos casos , pero la cosecha de la denominación no se verá tensionada en términos de producción, y más con un rendimiento amparado del 90%».
Franco no duda en calificar la campaña de nuevo de «heroica» para los viticultores: «Hemos visto ataques tremendos de mildiu, al corazón, al racimo, e incluso en un momento dado por la virulencia nos temimos que fuera otro hongo, el 'black rot'». «Lo descartamos en unos muestreos –continúa–, pero podía haber sido catastrófico porque los tratamientos son diferentes y el 'black rot' es prácticamente un desconocido en Rioja».
Cenicero, hasta Uruñuela, y Baños de Ebro, junto con el Alto Najerilla, con Manjarrés como foco principal, han sido los grandes centros de ataques de mildiu, aunque ha estado presente en toda Rioja causando destrozos por la virulencia y rapidez de paso al racimo, especialmente en productores ecológicos: «Creo que el agricultor ha actuado bien, no ha escatimado recursos pese a, lamentablemente, las perspectivas de precios, pero hay que tener en cuenta que la primavera ha sido totalmente atípica». En este sentido, Franco recuerda que «hemos medido 180 milímetros más de lluvia en la estación de Agoncillo de noviembre hasta junio, en un año agrícola muy cálido, pese a que se 'enfrío' un poco en junio».
Es decir, el hábitat ideal para el hongo, impulsado por las fuertes tormentas: «El pedrisco ha picado gran parte del viñedo de Rioja Alta y Alavesa, con las tormentas de Haro y Casalarreina, Leza y Samaniego y la de Rincón de Soto y Alfaro, como las más significativas, pero también de importancia las de Murillo y Santa Engracia».
El director técnico del Consejo es en todo caso optimista: «A nivel global el viñedo está bien, tenemos racimos grandes y un menor número de bayas, y recuerdo cómo en el 2018 la selección natural que hizo el mildiu permitió obtener luego vinos extraordinarios de algunas de esas viñas». «Nos la jugamos todo en agosto y septiembre y la clave va a estar en la selección, por lo que pediría un esfuerzo para recoger la mejor uva».
Los riesgos siguen ahí y ahora es el oídio el que amenaza, especialmente en Rioja Oriental, aunque Pablo Franco insiste en la profesionalidad del viticultor: «Es un enemigo más conocido y la gente está encima». El adelanto de vendimia, pese a cierta ralentización en junio, es evidente, en el entorno de diez días, por lo que el director técnico del Consejo aventura que «si sigue el calor, para el 15 de agosto se podrían cortar los primeros racimos de tempranillo blanco».
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