118 municipios de La Rioja, otros 18 de Rioja Alavesa y ocho más de Navarra son los que ya pueden lucir su nombre en las ... etiquetas de las botellas de la Denominación de Origen Calificada (DOCa) Rioja siempre y cuando el vino proceda de viñedos ubicados en ese término -al menos el 85% de las uvas- y esté ahí también la bodega de elaboración. Serán los 'vinos de pueblo'. Así lo acaba de autorizar de manera oficial el Ministerio de Agricultura, dando el visto bueno a la modificación del pliego de condiciones aprobada por el Consejo Regulador en febrero.
¿Qué supone esto? Incidir en la diferenciación de los vinos, que no deja de ser una de las grandes reivindicaciones que hay ahora mismo en Rioja. «Se da respuesta a las demandas para continuar poniendo en valor el origen», apuntan en el Consejo, porque estas nuevas figuras de 'vino de pueblo' y 'viñedo en' -la bodega de elaboración no tiene por qué estar en el mismo lugar- «potencian las herramientas de diferenciación de la oferta» que tienen las bodegas «y facilita el entendimiento por parte del consumidor final».
¿Y contribuirá a un aumento de las ventas? Es el objetivo, sobre todo en la coyuntura actual de caída de la comercialización. El prestigioso prescriptor de vinos Tim Atkin ya advertía en una entrevista concedida a Diario LA RIOJA en octubre que la Denominación «tiene que poner en valor los pueblos y las grandes parcelas de viñedo». Sin renunciar, eso sí, a su modelo actual, a su historia «y a una tradición de mezcla de vinos y largas crianzas más similar a Burdeos». Rioja, opinaba el periodista británico, «no debe tener un único modelo, ni borgoñón ni bordelés, sino de Rioja. Y la región también son esos pueblos, esas parcelas que están ahí antes incluso que la propia Denominación».
Porque hay viñedos por encima de los cien años que cumplirá en 2025 la Denominación de Origen Calificada, muchos de ellos considerados ya singulares. Esta figura, que acaba de cumplir ya siete años, se aprobó junto a las de 'vino de zona' y 'vino de municipio' -se ha ido evolucionando desde 2017- para satisfacer las demandas de un grupo de bodegueros de Rioja Alavesa que querían poner en marcha una denominación de origen propia y al margen de Rioja bajo el nombre de 'Arabako Mahastiak-Viñedos de Álava'.
Sin embargo, el intento del Consejo Regulador por aparcar ese conflicto ha resultado baldío porque ni mucho menos se ha cerrado esa batalla del vino en Rioja, aunque ahora no esté en su máximo apogeo a la espera de próximas decisiones judiciales y administrativas. Con todo, 18 pueblos de la vecina comarca al otro lado del Ebro -los quince municipios y tres juntas administrativas- pueden etiquetar sus vinos con el nombre de esa población.
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