Un homenaje a una bodega de Haro con 130 años de historia

Las bodegas de Haro son uno de los tesoros más antiguos y reconocidos de la ciudad. En ellas se esconden décadas de aprendizaje y de elaboración que han hecho del vino un producto mundialmente reconocido hasta nuestros días. Este jueves ha sido el turno de Martínez Lacuesta, una bodega familiar que ha cumplido 130 años de historia.

Hay que remontarse bastante en el tiempo, concretamente hasta el siglo XIX, para conocer la forma en la que La Rioja Alta se asentaría como zona de cultivadores de vino. Es de público conocimiento que las plagas en los viñedos franceses y la llegada del ferrocarril fueron dos de los principales sucesos para relanzar la industria vinícola jarrera.

Poco tiempo después, en 1895, nació Bodegas Martínez Lacuesta de la mano del calceatense Eloy Martínez, secretario en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Haro. Él, junto con su mujer, Arsenia Lacuesta y sus nueve hijos vivían en la calle de La Vega, pero Eloy tenía una vocación muy marcada: la de bodeguero.

De esta manera, el 1 de febrero constituyó una sociedad privada junto con su hijo Félix, girando comercialmente desde ese momento como Martínez Lacuesta. «Los inicios del negocio en los entresuelos de la calle de La Vega número 25 de Haro fueron modestísimos. Para ayudar a la marcha del incipiente negocio, se dedicaron, junto con la venta de sus propios vinos, a elaborar gaseosas, agua de Seltz y vinagres», explica José Luis Martínez Lacuesta en su libro '125 años de una bodega familiar'.

Así comenzó una historia que ha pasado cinco generaciones, que creció y se reinventó hasta hoy, cuando celebra otro de sus muchos aniversarios siempre ligado a su ciudad. Ahora se encuentra ubicada junto al cementerio de Haro y hasta allí acudieron este jueves el presidente del Gobierno, Gonzalo Capellán, y la consejera Noemí Manzanos, que participaron en este especial homenaje junto a Javier Bañales, director general de la bodega, así como muchos de los familiares y amigos de Martínez Lacuesta.