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Hubo acuerdo y, por lo tanto, habrá presupuestos del Consejo Regulador para este año y también un plan denominado para la «recuperación del equilibrio de la DOCa Rioja 2025» en el que se incluye una propuesta de arranque de viñedo, de inicio fijado en un 5% de la superficie actual (unas 3.650 hectáreas), aunque ampliable en función de la demanda real que existe por parte de los viticultores.
Tal y como informó previamente Diario LA RIOJA, esta mañana se votó el paquete completo, tanto los presupuestos como el plan de arranque, y finalmente salió adelante con los votos negativos de las bodegas alavesas de ABRA y del sindicato agrario riojano UAGR, además de las abstenciones de UPAy de la UAGA alavesa.
La no limitación al 5% del máximo de superficie de arranque, sino que fuera permeable a la demanda real, era una de las exigencias que el jueves, en una rueda de prensa, habían puesto sobre la mesa el sindicato agrario mayoritario ARAG-Asaja y el navarro UAGN, cuyos votos eran necesarios para el acuerdo, junto con una reducción de la aportación de los viticultores al presupuesto del Consejo que, sin embargo, seguía siendo insuficiente para los representantes de otras organizaciones agrarias como UAGR y UPA.
Así las cosas, el Consejo Regulador contará para este año con un presupuesto de 15,7 millones de euros (la misma cifra que en 2024) e incluida la polémica partida de un millón de euros para el centenario. Para el conjunto presupuestario, las bodegas aportarán algo más del 60% y algo menos del 40% los viticultores que, en cualquier caso y pese a las mejoras obtenidas por Asaja, tendrán que hacer un mayor esfuerzo por kilo tras una cosecha especialmente corta como la del año pasado.
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En cuanto al plan de arranque –que se completa con un conjunto de medidas, incluidas las normas de campaña, solicitud de nuevas ayudas para cosecha en verde y destilación, estudio de nuevos envases y productos…–, en principio se apuesta por buscar financiación para primar los descepes voluntarios de hasta el 5% de la superficie actual, priorizando los arranques de tempranillo, de viñedos de menos de 30 años, en suelos fértiles y con riego, aunque, si la demanda es mayor, no se cierra la puerta a que sea una superficie superior.
Ahora bien, el plan no deja der ser un documento de intenciones, ya que se va a buscar financiación externa (comunitaria, nacional e incluso regional) para primar los abandonos, pero, por el momento, ni hay un proceso abierto, que no es nada sencillo, ni fondos disponibles para tal fin.
Igor Fonseca, secretario general de ARAG-Asaja y vocal en el Consejo Regulador por la organización, valoraba el resultado de la votación:«El acuerdo es importante porque Bruselas ha abierto la puerta a estudiar arranques y el Ministerio nos reúne la próxima semana para este tema, por lo que era muy importante que Rioja tuviera una postura clara y lo más mayoritaria posible, y eso implica responsabilidad». «Sigue habiendo viticultores sin compradores de sus uvas, a los que se les está buscando una salida digna y voluntaria, mientras que para el resto que quiera seguir trabajando confiamos en que lo puedan con rentabilidad, como siempre en esta denominación de origen».
En cuanto a la promoción, sobre la que ARAG-Asaja exigía bajar la aportación de los productores, Fonseca señaló que «gracias a nuestras negociaciones el millón de euros destinado a la celebración del centenario saldrá en un 75% de la parte bodeguera, cuando la idea original era que se financiase al 50% y, como entendíamos que no era suficiente, pedimos que las aportaciones de las comunidades autónomas al centenario, de las que se esperan al menos 300.000 euros, rebajen también la cuota que soportan los viticultores».
Igor Fonseca
ARAG-Asaja
Óscar Salazar
UAGR
Néstor Alcolea
UPA
Por su parte, la UAGR, que votó en contra, denuncia el «oscurantismo y la falta de transparencia con que operan las organizaciones dominantes del Consejo, ya que, llegado al día del segundo intento de aprobación de los presupuestos, no teníamos constancia alguna de ayudas de las administraciones públicas para el centenario», afirma su presidente, Óscar Salazar. «Los viticultores no estamos debidamente informados y la promoción se sigue pagando al 50%, mucho más de lo que nos corresponde por el reparto de la cadena de valor, mientras que, en cuanto a los arranques, no deja de ser un documento de intenciones ya que no existe financiación para ello ni ningún procedimiento aprobado».
Néstor Alcolea, secretario técnico de UPA, lamentó que, como ya denunciaron, se utilice «el chantaje» votando dos cosas, presupuesto y arranques, «cuando nada tiene que ver una con la otra». UPA reclamaba que los arranques no se limitará el máximo al 5%, sino a la demanda real, pero también pedía una menor aportación de los viticultores a los presupuestos: «Nos corresponde realmente un 25% y queríamos un plan quinquenal para ir rebajando el esfuerzo que se pide a la parte del sector que está en pérdidas hasta dicha cifra, pero lo que se ha conseguido son migajas y, con la reducción de cosecha, el viticultor tendrá que pagar entre un 17 y un 24% más que el año pasado, lo que nos sigue pareciendo una barbaridad que no podíamos apoyar. El rechazo a los presupuestos es total, pero nos hemos abstenido en la votación conjunta por responsabilidad porque la vía de arranque es necesaria».
No está siendo fácil para el Consejo Regulador sacar adelante los presupuestos y, de hecho, tanto el año pasado como ahora se ha necesitado más de un pleno para aprobarlos. La cuestión polémica en esta ocasión era que, con unas ventas más o menos estables pero con una reducción tan importante de cosecha (en kilos de uva), la aportación de las bodegas sería similar a del año anterior, mientras que la de los viticultores aumentaba automáticamente alrededor del 30% por kilo de uva. Básicamente, el presupuesto de funcionamiento del Consejo se financia al 75% por parte de las bodegas y al 25% por los productores, mientras que el de promoción, el grueso, se paga al 50%. Finalmente, las últimas negociaciones de ARAG-Asaja rebajarán por primera vez del 40% la aportación de la parte productora, al asumir las bodegas que el millón de euros destinado al centenario se financiar al 75/25%, pero aún así el incremento será importante por kilo de uva. Asimismo, aunque esos fondos están aún por confirmar, se esperan al menos 300.000 euros de ayudas de la administraciones públicas (La Rioja, Álava y Navarra) y, según el acuerdo, rebajarían la cuota global de los viticultores, pero UPA estima que aún así el incremento para el viticultor por kilo sería del 17%. El acuerdo, además, trasciende del presente ejercicio, ya que implica el compromiso del mantenimiento de las cifras anuales hasta, al menos, el año 2026.
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