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Liliana Lima y Áyax Rivera han encontrado en su tienda, en Mitsou, la posibilidad de hacer lo que les gusta, como titulados en Bellas Artes ... que son, después de haber pasado por 120.000 cosas, bromea Liliana. Su proyecto en la calle del Cristo 6, en pleno centro histórico, cumplirá en abril cinco años. Le dieron muchas vueltas y lo que al principio pensaron que podía ser una galería terminó, al dar con el local adecuado en el Casco Antiguo, en un comercio-taller cuyas paredes lucen repletas de grabados suyos y en el que también se pueden apreciar las planchas de madera con las que se han elaborado.
No falta en el establecimiento un tórculo, una prensa con dos rodillos de acero con el que se desarrolla un método de impresión antigua. «Son técnicas que llegaron a Logroño en el año 1500», recuerdan los artistas comerciantes, y que ellos ahora emplean para llevar a cabo sus obras.
Los temas de sus trabajos son variados y, entre ellos, se encuentran los genuinamente logroñeses. No en vano, la suya es zona de paso habitual de turistas y a ellos se dirigen algunas de sus propuestas. Las hay en forma de grabados, con el mismo Espartero ofreciendo un escorzo peculiar desde uno de sus marcos, pero también de postales dibujadas por ellos y por otros autores de la ciudad o de pins que colgarse a la solapa, tal que unas micropatatas bravas o un minicojonudo junto a una copa de tinto, todo de la firma donostiarra Pin-txo.
Les ha sorprendido, por ejemplo, el éxito de sus sellos, que utilizan diversos negocios para personalizar sus envoltorios y sus bolsas. Liliana y Áyax tienen los suyos a la venta, pero también proponen a sus visitantes que los modelen por su cuenta con los materiales que les han organizado en un kit. Y ello porque también ofrecen talleres en los que se trabaja con sellos, pero también con otras técnicas. La que acaban de incorporar es la de serigrafía con imágenes fotográficas.
La serigrafía es la técnica que aplican a la impresión sobre tela. En su tienda tienen prendas varias, que si camisetas, que si sudaderas... Cuentan que presentan una edición limitada porque las prefieren con algodón orgánico, con tintas naturales... Y si quien está interesado no encuentra su talla, se le hace con los mismos tonos o con los que elija.
Su relación con internet es intensa, pero tiene más que ver con comunicación del proceso, una forma de enseñarlo, que con la compra final porque, dadas las distancias en la ciudad, quien quiere alguna de las piezas, al final se pasa a por ella.
¿Y Mitsou? El nombre del comercio-taller tiene que ver con el libro 'Mitsou. Historia de un gato', de Balthus y Rilke, y los dibujos de este libro que tanto les gustan. Ellos tienen su propio dibujito de un gato que colocan junto a su logotipo, aunque lo mueven de sitio cuando quieren.
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