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Diego Calavia, durante su actuación.

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Diego Calavia, durante su actuación. Antonio Díaz Uriel

«El truco es el 15% de la magia y el resto, el cómputo de destrezas acumuladas»

Diego Calavia | Mago ·

Diego Calavia ha vuelto hoy a San Mateo con un espectáculo sorprendente

Teri Sáenz

Logroño

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Martes, 18 de septiembre 2018, 00:13

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Veinticinco años como mago avalan a Diego Calavia, que tiene ganado un hueco en la programación de San Mateo con el público de cómplice y la calle como escenario para la fascinación.

-¿Cuál es el truco para que la magia tenga tanto tirón entre la audiencia de todas las edades?

-Hay tipos de magia muy diferente, pero todas comparten la búsqueda de la sorpresa. En mi caso, que es un estilo para público más familiar y callejero, trato de centrar el espectáculo en la participación, lo visual, aportar un toque de diversión.

-¿Cómo se consigue? ¿Con psicología, dinamismo, habilidad técnica, la puesta en escena...?

-Con una mezcla de todo eso, aunque la clave está en captar la atención del público desde el principio. Que se fije en lo que tú pretendes y no 'soltarlo' hasta el final. El truco es el 15% del espectáculo y el resto, el cómputo de destrezas acumulados que en mi caso incluyen estudios de clown, teatro, cuentacuentos, mucha experiencia en la calle...

-¿Y si alguien le descubre?

-En más de 2.000 y pico actuaciones que llevo a las espaldas en algún momento alguien me ha 'pillado', pero eso no significa que la audiencia lo haya hecho. Sobre todo los niños son muy de decir lo que se les ocurre y pensar en tantas posibilidades de cómo hago un truco que al final aciertan por descarte, sin ser conscientes de cómo ha sido. Esa curiosidad forma parte de la condición humana. Así como con un político nunca sabes si dice la verdad, en la magia hay un pacto entre artista y público. Asumido que el mago no tiene superpoderes y sus 'trampas' buscan la fascinación, lo mejor es dejarse sorprender y por, tu parte, ofrecer algo atractivo para atraer a la audiencia de principio a fin.

-¿Será que precisamente los malos trucos de la política animan a buscar refugio en la magia?

-Basta ver los telediarios para comprobar que algo de eso hay. La vida ya es de por sí muy difícil y ver a un mago es una buena vía de escape para disfrutar y dejarse embaucar.

-¿Cualquier mago?

-En magia hay cosas muy sencillas de hacer y otras más complicadas que llevan mucho trabajo y, sin embargo, pueden sorprender por igual. No digo que no haya aficionados buenísimos, pero es relativamente fácil que alguien con pocos conocimientos monte un espectáculo para salir del paso y sacarse un dinerillo extra, haciendo fácil estropear el mercado de la magia. Yo no sólo llevo 25 años dedicado a esto, sino pagando a Hacienda por ello y formándome constantemente.

-¿Son los magos un buen público para otros magos?

-En general somos malos espectadores de otros colegas, porque en los muchos espectáculos que hay entre profesionales, sin público, siempre buscas aprender. A mí me encanta acudir a ese tipo de festivales, ver qué propuesta emplea cada cual, y sobre todo, buscar la originalidad.

-¿Y aplica sus trucos en el día a día?

-En mi caso lo he utilizado en el Aikido, que practico desde hace 30 años, haciendo creer al oponente que vas a hacer un movimiento y reduciéndole de otra manera. No te imaginas lo bien que funciona.

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