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Amanda Monferrer le planta cara a una de las vacas. :: m. herreros
Promesas y realidades sobre el albero

Promesas y realidades sobre el albero

El pequeño Cristiano Torres y las Damas del Recorte ofrecieron exhibiciones llenas de arte y valentía

PILAR HIDALGO

Martes, 18 de septiembre 2018, 00:13

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logroño. La tercera jornada matea echó a andar ayer en La Ribera sacando a la arena a promesas y realidades de la fiesta, tanto en su sentido estricto como en el más popular.

Más de media plaza congregó la propuesta matutina, a la que dio inicio el alumno de la Escuela Taurina de Salamanca Cristiano Torres. El pequeño, de 12 años, ofreció una exhibición con una becerra en el marco del Certamen de Escuelas Taurinas 'Quiero ser torero como Diego Urdiales'. No en vano, este diestro maño en potencia tiene al matador de Arnedo entre sus referentes y objetos de admiración, si bien su ídolo principal es su padre: el torero Ricardo Torres.

Cristiano, que ya paseó por La Ribera en el año 2017, cuajó una buena actuación, pese a que la becerra que le tocó en suerte dejó varias muestras de su falta de fuerzas. Aún así, el chaval trató de lucirse y de sacarle pases, incluso se atrevió a plantarse de rodillas e hizo el simulacro de entrar a matar.

Cruz Roja realizó seis asistencias en la plaza de toros por contusiones, heridas y una picadura

El tendido agradeció su entrega con sonoros aplausos y una vuelta al ruedo. Quizá esta joven promesa regrese muy pronto al coso logroñés, pero ya vestido de luces.

Trío femenino

Las que llegaron a Logroño después de tocar varias plazas importantes son las Damas del Recorte. O lo que es lo mismo, la turolense Amanda Monferrer, Sarita Ávila desde Castellón y la valenciana Anabel González.

Este trío abrió el apartado de la fiesta popular y dejó claro que cada vez más las mujeres tienen mucho que decir en este ámbito. Acabaron dando la vuelta al ruedo tras hacer sobre el albero de La Ribera un alarde de arte, valor y raza.

Sarita Ávila impresionó al público de Logroño con la facilidad con que ejecutaba los saltos con la garrocha. Completó varios buenos recortes, pero con la vara se le vio especialmente desenvuelta.

Amanda Monferrer y Anabel González sometieron a las dos vacas con que lidiaron las jóvenes a una retahíla de recortes y quiebros. Cada vez se fueron aproximando más a los animales, lo que especialmente a Monferrer le valió un susto, afortunadamente sin mayores consecuencias.

Tras la exhibición de las Damas del Recorte, a la arena saltaron los aficionados de la capital riojana para hacerles de las suyas a cuatro vacas de la ganadería de Álvaro y Pablo Lumbreras, de Lardero. Las reses salieron bravas y más de un chaval se llevó algún que otro revolcón. En concreto, la segunda de las vaquillas provocó hasta tres sustos encadenados.

Sobre el albero se vio a algún aficionado que se marcó un par de saltos de categoría. Finalmente, y para incentivar la afición y acercar los festejos populares a los más jóvenes, se soltó una becerra que, dado su tamaño, puede ser 'toreada' por incluso menores de 16 años (en el caso de las vacas, sólo se admite la participación de los mayores de esta edad). Así, el ruedo de La Ribera quedó completamente abarrotado de chavalería.

El equipo de Cruz Roja en la plaza de toros tuvo una mañana ajetreada. Realizó un total de seis asistencias. De ellas, cuatro correspondieron a participantes en los espectáculos en el albero (atendieron a dos de las recortadoras y a dos aficionados que salieron en las vaquillas) y consistieron en contusiones y heridas. Las otras dos asistencias fueron a personas del público. Uno de estos casos se debió a una picadura y el otro, a una caída.

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