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Música para calentar en el frío
Hombres G ofrecieron anoche un concierto con altibajos de temperatura a un público que se contuvo a duras penas en sus sillas
Con doce grados en una silla es difícil disfrutar de un concierto. Y más si no te puedes mover del espacio asignado. Porque el frío ... hizo aparición el primer concierto de San Mateo. Y casi lo estropea. Los cuerpos no se calentaban y Hombres G tuvieron que esforzarse para conseguir desde el principio que las más de 900 personas que ocuparon las sillas y gradas de la plaza del Ayuntamiento sacaran sus manos de los bolsillos para hacer algo más que alguna foto, un vídeo o usar el móvil como linterna. Ardua tarea.
Todo parecía que fácil cuando comenzaron puntuales a las diez y media con la canción 'Voy a pasármelo bien'. La gente en sus asientos se animaba y coreaba la canción tras las mascarillas. La cosa prometía.
«¡Cómo estáis amigos! Encantados de compartir esta noche fría y con sillas de Logroño... pero no os preocupéis... vamos a pasarlo cojonudo», espetó David Summers nada más terminar el conocido tema. Y lo cierto es que con un buen sonido y su saber estar prometía dar buen espectáculo.
La idea se reafirmó cuando lanzaron como segunda bocanada de calor uno de sus temas más populares 'El ataque de la chica cocodrilo'. Todo a su favor: Buena canción con un buen sonido que disimulaba los pequeños gallos y desafines de David. Que en más de una canción cuando alargaba su voz o daba alguna nota alta se dejaba ver que pasan los años... Para todos.
Y aunque intentaron evitarlo, el frío volvió a ser protagonista tras varios temas de su nuevo disco que saldrá a la venta el 8 de octubre bajo el título 'La esquina de Rowland'. Las canciones no sonaban mal y recordaban al más puro estilo Hombres G. Pero la gente se aletargaba en sus sillas. Algunos incluso invernaban en abrigos que anunciaban que el verano está a punto de acabar.
Porque el público que consiguió una de las 900 entradas era bastante heterogéneo. Parejas, grupos de amigas y amigos rozando los 50, niños acompañados de padres que jugaban a videojuegos mientras ellos escuchaban el concierto y algo de chavalería que se sabía algún tema.
Hombres G cantaba canción tras canción tratando de animar el cotarro. Pidiendo que el público les acompañara. Pero que los pobres lo tenían complicado para dejarse oír con la mascarilla. Parecía que el concierto se iba a congelar.
Hasta que vino 'Indiana' a rescatar a los que se helaban en la plaza del Ayuntamiento. Con frases como «Indiana, me tienes hasta la banana» Summers consiguió que el público poco a poco se desentumeciera y empezara a bailar en su silla.
Que no era complicado hacerlo. Y más cuando soltaron sin compasión sus grandes éxitos como 'Suéltate el pelo', 'Hoy no te escaparás' y 'Visite nuestro bar' sin pausa. Alguno trató de ponerse de pie, pero la organización se ocupaba de obligarles a sentar. Más implacables que el frío.
El concierto llegó a su final a las doce de la noche con 'Marta tiene un marcapasos' cantada por un público que a esa hora ya se había olvidado de que iban con abrigo. Quizá también porque ya era 21 de septiembre, San Mateo, y había que dejarse llevar.
Quizá por eso los bises fueron lo más aplaudido. O quizá porque Hombres G sabían lo que el público quería escuchar. Tras una canción lenta con un ligero desafine de David vinieron los dos grandes temas de la noche. Una 'Venecia' que siempre recuerda a verano y da calor y por supuesto 'Sufre mamón', su buque insignia que fue cantado por un público entregado que ya no se acordaba de la fría noche que hacía ni de las recomendaciones de no juntarse.
Porque al final del concierto todo el mundo se acercó al escenario para hablar con ellos. Imposible quedarse en la silla. Para ese momento, los doce grados ya no importaban. Hombres G habían vencido al frío.
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