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Arancha Jodra
Logroño
Lunes, 23 de septiembre 2019, 13:10
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Pocas veces al año podemos decir «qué poco duele este lunes». Hoy es uno de esos días en los que los riojanos no comienzan la semana apesadumbrados por el temible lunes, sino que disfrutan de él. Una buena forma de hacerlo es comenzando el día con la tercera jornada de las vaquillas de San Mateo, en las que hoy ha ocurrido de todo.
El punto álgido de la mañana ha tenido lugar en la segunda parte del espectáculo, durante la salida de las tradicionales vaquillas al ruedo. La salida con una rapidez vertiginosa de la cuarta vaquilla del día a la arena ha terminado con un joven inconsciente en el suelo.
El riojano, que estaba subido en las escaleras ubicadas en el ruedo, no ha visto venir a la vaquilla. Ha sido arrollado por esta, que le ha elevado al aire y ha caído inconsciente a la arena. En cuestión de segundos ha sido recogido por algunos mozos que estaban cerca de él y lo han llevado al callejón.
Totalmente inconsciente, los servicios médicos de la Cruz Roja lo han trasladado de manera inmediata a la enfermería de la plaza de toros de La Ribera ante la conmoció de todos los presentes. Aproximadamente diez minutos después, el público ha sido avisado por megafonía de que el joven había recuperado la consciencia. Aun así, ha sido trasladado al hospital San Pedro donde se le practicarán las exploraciones pertinentes.
El espectáculo, a cargo hoy de la ganadería Carlos Lumbreras, de Lardero, ha comenzado al ritmo de ACDC. En el ruedo han entrado los tres equipos participantes del Gran Prix, formados cada uno por cinco jóvenes, de los cuales solo una era mujer.
Tras la presentación de los integrantes -equipos amarillo, verde y blanco- ha dado comienzo la primera de las tres pruebas del juego. En ella, un representante de cada grupo se ha colocado con un cubo en las manos en el centro de la arena, dentro de un cuadrado que hacía de barrrera protectora. Otros dos compañeros de equipo, que debían andar con sus piernas atadas, tenían que conseguir introducir el contenido de los vasos que llevaban en la mano en el cubo de sus compañeros.
En este contexto se ha soltado a la primera vaquilla de la mañana. Tras un par de rondas sin ninguna incidencia, pero con algún que otro salto urgente al cuadrado ubicado en el centro del ruedo, el público no ha parado de reír ante la valentía de los jóvenes que intentaban huir como podían de la temible vaquilla.
En la segunda prueba, los mozos de la ganadería han preparado, de nuevo en el centro de la arena, un cuadrado de goma con varios cubos. Para sorpresa de todos los riojanos que estaban presentes en la plaza, dos miembros de cada grupo han entrado al ruedo vestidos de mujer con una peluca rubia rizada.
Una vaquilla mucho más saltarina y peleona que la primera ha salido al albero con mucha velocidad y al ritmo de María Isabel, con su canción 'Antes muerta que sencilla'. El juego consistía en que los dos representantes de cada grupo, ataviados con el disfraz, debían jugar en el centro de la arena al tradicional juego de las 'sillitas'. Con lo que no contaban los participantes es con los continuos saltos que daba la vaquilla al interior del cuadrado, llevándose por delante a todos ellos.
Tras unos breves minutos, llegaba el turno del tercer y último entretenimiento: seis cubos ubicados en la arena y dos miembros de cada equipo encima de ellos. El juego: sencillo. Intentar no caer del cubo con la vaquilla merodeando a su alrededor. El último jugador en caer, gana. Finalmente, tras un rato muy divertido donde La Ribera no paraba de reír, el equipo ganador ha sido el verde, en segundo lugar el blanco y el tercer puesto para el equipo amarillo.
La segunda parte del espectáculo ha sido las tradicionales vaquillas que, aunque menos saltarinas que ayer, han conseguido poner el punto y final a la tercera jornada de las vaquillas de San Mateo.
La ganadería Carlos Lumbreras ha sacado al ruedo a un total de cuatro vaquillas. Todo ha transcurrido con normalidad hasta la tercera vaquilla, cuando ha acontecido el impacto del joven que ha quedado insconciente.
Algunos ciudadanos se han quejado del estado de la plaza de toros de La Ribera durante las vaquillas matinales. Argumentan que «está muy sucia: hay colillas por el suelo, cáscaras de pipas, platos, vasos y restos de alcohol». Un vecino de Logroño añade que «si los servicios de limpieza acuden tras las vaquillas a limpiar, debería ser obligación de los ciudadanos no ensuciar tanto y ser más responsables con nuestro consumo».
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