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El público de la plaza del Ayuntamiento disfrutó con Los Enemigos. :: SONIA TERCERO
Los Enemigos van muy en serio

Los Enemigos van muy en serio

La propuesta seria y de calidad de LosEnemigos y el humor de Los Gandules,protagonistas de la noche del viernes

DIEGO MARÍN A.

Domingo, 30 de septiembre 2018, 00:34

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LOGROÑO. Dijo Andy Warhol, como motivo vital, que «la idea no es vivir para siempre sino crear algo que sí lo haga». La inmediatez, la insana competencia, el ansia de consumo, está creando material fungible, productos de usar y tirar, superficialidad, porque es más fácil, más barato y, también, porque cuesta menos deshacernos de ello. También en el arte. También en la música, por tanto. Por el escenario del la plaza del Ayuntamiento han pasado grupos efímeros, de combustión rápida, como Auryn y Supersingles, formaciones que ya, directamente, ni existen y probablemente ya nadie recuerde. Hay más nombres que citar, artistas y bandas aún vivas, pero no por mucho tiempo.

Los Enemigos son, como Nacha Pop y La Frontera, grupos por los que, inevitablemente, pasa el tiempo, pero todo el mundo recuerda porque van en serio, son de verdad. También han pasado por las fiestas de San Mateo. Y esa es la diferencia. Los primeros llegaron, sirvieron su comida rápida y se esfumaron. Los Enemigos, antes de llegar, tenían una consolidada trayectoria, tenían canciones, tenían sentido. Y su concierto de la noche del pasado viernes les dio, aún más si cabe, la razón. A veces sólo hacen falta escuchar unos acordes para darse cuenta de que en ese directo hay algo. Y ese es el caso de Los Enemigos.

Ya es extraño poder disfrutar de un clásico del rock nacional como Los Enemigos en la plaza del Ayuntamiento en las fiestas de San Mateo, pero más raro aún fue que la plaza se llenara para asistir a la actuación. Pero la gloria siempre es efímera. Las miles de personas, al final del concierto, se convirtieron en cientos, sólo quedaron los incondicionales que, eso sí, disfrutaron de un magistral directo. Puede, incluso, que nunca hubiera antes tal concentración de periodistas no de servicio en un concierto en Logroño como en éste.

El recuerdo del concierto que ofreció Los Enemigos en el festival Actual 2012 fue reiterado en los músicos«¡A más de uno, cuando pasáis por el Tres Marqueses, se os enciende el 'wifi'!», bromearon Los Gandules

«Buenas noches, Logroño. Esta es una ciudad muy entrañable para nosotros, ya lo sabéis todos», fueron algunas de las primeras palabras que pronunció Josele Santiago tras arrancar el concierto. El recuerdo del concierto que ofreció la banda en el festival Actual de 2012 fue reiterado en los músicos, quienes rememoraron la buena acogida de entonces y disfrutaron de una similar. «Sin aquello no creo que estuviéramos hoy aquí», declaró después el cantante. Además de la célebre versión de 'Señora', al inicio del concierto sonaron canciones como 'Antonio', 'Yo, el rey' y 'Señor Correcto'. Todo con esa falsa soberbia que distingue al grupo y, sobre todo, la característica voz y las letras de Josele Santiago.

Las guitarras fueron los mejor del concierto, pero la batería, con Chema 'Animal' Pérez, también destacó, añadiendo algunos vistosos malabarismos con las baquetas. Fue un rock intenso, aunque también hubo alguna balada, como 'Soy un ser humano'. Tras casi una hora y media de repertorio interpretando canciones como 'Vida inteligente', 'Cementerio de elefantes', 'Complejo' y 'La cuenta atrás', hubo un merecido bis que completaron con dos temas más: 'Quillo' y 'Todo a cien'. Cuando las luces se apagaron, un fan corrió a la valla del 'backstage' y gritó a los músicos: «¡Eh, salid ahí y seguid tocando!», así, en imperativo. Pero fue suficiente, en realidad.

En el Espacio Peñas 2.0 se dedicó la programación nocturna al humor, aunque el primero en actuar, El Rizos, fue más una charanga crítica. Con múltiples referencias a la actualidad, El Rizos más parecía un monologuista que de vez en cuando tocaba que un músico que de vez en cuando hablaba. Algunas letras eran para enmarcar: «Si te cansas trabajando, eres un pringao,/se está mejor en casita, sentao». El concierto se hizo eterno, de hecho, aunque se anunció su inicio a las 21 horas, acabó a las 23, por lo que el recinto, casi lleno, lo que estaba es esperando a Los Gandules. «¿Queréis ver a Los Gandules? Pues esperáis un poco», se atrevió a decir El Rizos.

Los Gandules, que actuaron antes de La Mala Pékora, un grupo navarro influenciado por Kojón Prieto y los Huajalotes -ahí es nada-, aparecieron, como acostumbran, primero vestidos con guantes de fregar y bolsas de basura, como si fueran a descuartizar un cadáver, y después con batas y pantuflas, como dispuestos a ver la televisión en casa. No está mal el humor y la singular propuesta del dúo aragonés, pero para una vez o muy de vez en cuando. Y es que actúan en Logroño hasta tres veces al año y un chiste contado cien veces pierde la gracia. Aunque haya que reconocerles algún destello de originalidad: «¡A más de uno, cuando pasáis por el Tres Marqueses, se os enciende el 'wifi'!».

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