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I. G.
Sábado, 15 de septiembre 2018, 09:04
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Todavía en muchas casas logroñesas se escucha la frase 'Vamos a ver las carrozas' durante las fiestas mateas. Es un acto que congrega a familias enteras y que se llegó a convertir durante un tiempo en el epicentro de las celebraciones.
Y es que las carrozas siempre han estado presentes en los sanmateos. Así lo recuerda la que fuera durante muchos años responsable de Festejos del Ayuntamiento de Logroño, Elvira Marín. «Se llevan haciendo desde 1957», afirma. «De hecho, desde que entré en el Consistorio, en 1972, no se han suspendido en ninguna ocasión, aunque es cierto que han experimentado cambios», afirma.
Marín recuerda que antiguamente el desfile tenía lugar la víspera del día de San Mateo, cuando las fiestas comenzaban el día 20 y concluían el 26. Siempre igual. «De hecho, el acto aparecía en el programa bajo el nombre de 'Pregón y Batalla de Flores», expone.
Después, se trasladaron al fin de semana. «Se hizo para facilitar que personas de otros lugares pudieran venir a Logroño porque salían carrozas de Calahorra, de Haro y de otras muchas localidades», cuenta Marín, que fue reina de las peñas en el año 1975. «En aquella época participaban también muchísimas asociaciones de todo tipo de Logroño, como la de la calle Mayor, el Club Taurino o el Círculo de la Amistad», enumera. «Me acuerdo de un año que incluso salió la carroza de la peña Julio Robles», añade. «Y todo el mundo trabajaba y colaboraba para que la carroza estuviera a punto», remata.
Dentro de las carrozas, las reinas tenían mucho protagonismo. «Se proclamaban antes de las fiestas en verbenas», cuenta Elvira Marín. «Primero se elegían a las de las diferentes asociaciones y en otra verbena se nombraba a la reina de las fiestas», rememora.
En cuanto al número de carrozas, Marín asegura que siempre se superaba la docena. «Incluso ha habido años en las que han salido más de veinte», comenta con rotundidad.
Las carrozas han ido cambiando con el paso de los años y esas variaciones han llegado en múltiples aspectos, como el recorrido. «Antes salían desde Vara de Rey, a la altura de Muro de Cervantes, llegaban hasta la estación de autobuses, daban doble vuelta y volvían a subir», explica Elvira Marín. «La tribuna de autoridades estaba situada en plena Gran Vía y durante el recorrido el Ayuntamiento colocaba sillas en las que la gente, previo pago, se podía sentar», añade. En los años ochenta, la tribuna se trasladó a las inmediaciones del Ayuntamiento nuevo. «Era mucho más fácil colocarla allí», concluye Marín.
De igual manera, la hora a la que salen las carrozas no siempre ha sido la misma. «Primero se hacían por la tarde, luego los domingos por la mañana y después por la noche», explica Marín. «Pero siempre, incluso en la actualidad, han contado con una gran afluencia de público gracias, como en el resto de actos, a la colaboración de todos los colectivos de la ciudad», finaliza.
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