Logroño abre sus puertas a la tradición

La apertura del mercado renacentista y el pregón infantil de los niños y niñas de las ludotecas municipales han dado el pistoletazo de salida a las fiestas. Unos días en los que Logroño revive un momento victorioso de su pasado y recuerda con orgullo su historia.

Dos de los puntos que más visitan niños y mayores durante estas fiestas son la recreación del campamento militar francés, en el parque del Ebro, y el de la milicia logroñesa, en el aparcamiento de Barriocepo. Animados por el buen tiempo, los logroñeses que este viernes se han echado al Casco Antiguo de la ciudad disfrutaron con las armas de la época y los disparos del cañón entre personajes y música renacentistas.

Hasta el próximo martes se puede pasear por las calles Barriocepo, Excuevas, Cofradía del Pez y La Merced y en las plazas del Mercado, la Oca y Santiago y perderse entre las decenas de puestos de artesanía.

Casi 500 años después, las milicias logroñesas vuelven a llenar las calles de la ciudad preparadas para hacer frente una vez más al sitio de los franceses. Música renacentista y personajes que ayudan a conocer el pasado esperan a los ciudadanos que quieran pasear estos días por el Casco Antiguo logroñés.

La iglesia de Santiago, en una vuelta al pasado, acogió ayer el Concejo Abierto en el que se decidió hacer frente a los franceses. El 21 de mayo de 1521 se reunieron entre los muros de esta histórica parroquia los logroñeses para decidir cuál iba a ser el futuro de la ciudad, bajo el mando de don Pedro Vélez de Guevara. Tras la victoria en Pamplona y Los Arcos, las tropas francesas habían llegado a las puertas de Logroño. «¿Abrimos nuestras puertas o resistimos?». «¡No! ¡Hay que resistir!».

Como en 1521, tuvo lugar una junta municipal para decidir qué hacer. «¿Abrimos nuestras puertas o resistimos?». «¡No! ¡Hay que resistir!». Niños, hombres y mujeres vestidos como entonces alzaban sus voces para pedir la resistencia del pueblo. Fue así como Logroño, ante un público que no perdía detalle, rindió homenaje un año más a la valerosa actuación de la ciudad hace casi 500 años.

La teatralización, organizada por la Guardia de Santiago, la Cofradía de la Virgen de la Esperanza, la compañía de teatro Escenario Vacío y Encomienda de Santiago, siempre se mantiene fiel al rigor histórico y ensalza el orgullo de los ciudadanos que permanece vivo medio siglo después.