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La Cofradía del Pez reparte hoy 900 kilos de truchas y 28.000 panes

La Cofradía del Pez reparte hoy 900 kilos de truchas y 28.000 panes

Los cofrades, titulados como manipuladores de alimentos, informarán este año sobre los alérgenos del menú

LA RIOJA

Jueves, 11 de junio 2015, 01:01

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Los logroñeses van a rememorar hoy, de nuevo, entre las 10 y las 14 horas, que allá por 1521 sus antepasados pudieron sobrevivir a cuenta de los peces que les proporcionó el Ebro, lugar al que salían en horario nocturno para que sus enemigos no pudieran verles. Los que se freirán hoy en los pucheros que se instalarán en la zona del Revellín no serán ya peces del Ebro ni se comerán por la urgente necesidad de aguantar en la batalla, pero miles y miles de vecinos de esta ciudad y visitantes seguirán haciendo fila para degustarlos, en muchos casos, casi con reverencia.

La tradicional ofrenda del pan, pez y vino utilizará 900 kilos de truchas alevines que de unos años a esta parte ya proceden de una piscifactoría, esta vez la de Castañares de las Cuevas, para garantizar cantidad y calidad suficiente. Desde primera hora, los integrantes de la Cofradía del Pez tendrán que ponerse manos a la obra en el entorno de las murallas. Al frente de las cazuelas estará el cocinero Lorenzo Cañas, quien a estas alturas conoce más que de sobra el tratamiento que ha de dispensarse a este producto para que no se pegue y pueda servirse en perfectas condiciones. Para ello, se cocinan en aceite a 180 grados durante tres o cuatro minutos. Una vez hechas, se les da el punto de sal exacto.

Panecillos para celíacos

Hace unos días, el cocinero contaba a Diario LA RIOJA que «todos los miembros de la Cofradía del Pez estamos deseando que llegue el día», en el que se desarrolla un auténtico «trabajo en equipo». Este año, como novedad, durante el reparto se deberá informar de los alérgenos presentes en el menú. «Son el pescado, los sulfitos del vino y el gluten del pan, aunque también contamos, como suele ser habitual, con bollos para celíacos», explicó Cañas. «Además, los cofrades han tenido que sacarse el carné de manipulador de alimentos», indicó.

Durante los primeros instantes del reparto son dos las sartenes que se ponen al fuego, cada una de ellas con 25 litros de aceite. Conforme el tiempo va pasando y la gente se va acercando al Revellín, se van multiplicando las sartenes hasta llegar a seis. El vino que se repartirá lo aportará la familia Vivanco y además se dispondrán 28.000 bollos de pan seleccionados para la ocasión.

Todo indica que la edición de este año volverá a ser un éxito. Cañas sólo pedía que la temperatura fuera agradable, que no hiciera demasiado calor y que tampoco llueva, «aunque estamos preparados por si se da esa circunstancia». «No nos vamos hasta que se entrega el último pez», remachó.

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