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Un Mercado de San Blas «más vivo y dinámico» para mitad de 2023
Las obras de la plaza de Abastos de Logroño avanzan «a buen ritmo» con las complicaciones propias de un edificio con su uso desde hace ya casi un siglo
Una «catedral» del producto fresco riojano. Así la definió el alcalde de Logroño y, de la misma manera, lo hicieron los comerciantes. Las obras para su recuperación van alcanzando hitos y, con ello, todos contentos. Pablo Hermoso de Mendoza visitó este jueves la histórica plaza de Abastos, cuyos trabajos avanzan «a buen ritmo» con las complicaciones propias de un edificio con su uso desde hace ya casi un siglo y cuyo fin se prevé para mitad del próximo 2023.
La inversión (vía fondos europeos) asciende a 3,1 millones de euros y, como valoró el regidor municipal, «con esta actuación recuperaremos una joya de gran belleza arquitectónica» para tener un mercado de San Blas «con más vida y dinamismo». Hermoso, junto a parte de la corporación, técnicos municipales y algunos de los comerciantes, visitó la primera planta, así como el sótano y la fachada, los lugares donde más se empiezan a notar los progresos.
Las obras como tal comenzaron el 1 de agosto para mejorar las instalaciones, su accesibilidad y equipamientos. También para dar una vuelta de tuerca al proceso de venta mediante la incorporación de nuevas tecnologías que faciliten tanto la recogida de pedidos en el establecimiento como a través de fórmulas 'omnicanal'. Además, incluye la creación de almacenes que mejoren la logística del mismo.
«Se trata de un proyecto financiado por el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo gracias a los fondos Next Generation, que pretende la mejora del comercio y del turismo de la ciudad», recordaron a la vez que dieron cuenta de las filtraciones de agua aparecidas en el sótano y que han obligado a que se investigue su procedencia para actuar en consecuencia, de ahí que vaya a haber algún retraso sobre el plazo previsto. Nada que, en cualquier caso, haya sido objeto de críticas por parte de los autónomos y trabajadores.
«Aquí han surgido las dificultades normales en una restauración, porque faltaba información de algunas intervenciones que se han hecho a lo largo de su historia», precisó el arquitecto Jesús González Menorca. «Estamos encantados y hay gente que incluso nos pregunta para instalarse», reconocía Alfredo Iturriaga al frente de la asociación que representa a los puestos.
En la planta primera, ya se ha retirado el mobiliario, enseres y rotulación, y se ha derribado la compartimentación conocida, lo que ha dejado ver las cristaleras originales que aportarán luz natural y una imagen completamente nueva. En la planta sótano la reforma será integral al igual que la completa renovación de instalaciones. El objetivo es realizar las obras necesarias para adecuar los elementos comunes del edificio, acondicionar la planta baja para la comercialización, y la primera planta y la segunda –sobre todo aquella– para acoger una zona de uso polivalente o multifuncional.