La plaza de abastos y las Cien Tiendas confían en despegar con los fondos europeos

Nadie dice que vaya a ser fácil a partir de ahora, pero el clima de optimismo se ha impuesto en un sector poco acostumbrado últimamente a las buenas noticias. Además, y dependiendo de cada caso, los golpes sufridos se remontan incluso más atrás. «Se necesitaba algo así, lo necesitábamos todos con lo que hemos pasado», es lo que más se oye en una calle como Ciriaco Garrido.

El sector minorista tanto del mercado de San Blas como de las popularmente conocidas como 'peatonales' desean que las futuras obras reactiven la vida, más allá de la propia actividad comercial, y esperan que atraigan nuevos negocios e inversiones -como ya se está oyendo-, además de volver a convertirse en referencia para Logroño y en visita obligada para los de fuera.

Y ello pasa por el buen uso de los 4,1 millones para la plaza de abastos y los 2,9 para la zona de las Cien Tiendas con que Logroño ha resultado beneficiaria de los fondos de recuperación 'Next Generation' de la UE para revertir tendencias negativas. «Más allá de en la propia plaza, repercutirá en todo el Casco Antiguo de Logroño... ha caído muy bien», sentencia Alfredo Iturriaga, presidente de la Asociación de Comerciantes del mercado de San Blas. «Bueno para toda la ciudad», asevera Diego Ochoa, presidente de la Asociación de Comerciantes del Paseo de las 100 Tiendas.

Iturriaga recuerda que Logroño ha estado dándole vueltas a un proyecto de futuro para su mercado y, finalmente, se ha apostado por su tirón turístico, que es donde apunta directamente el proyecto a acometer en un edificio lleno de posibilidades. El mismo, que supondrá la rehabilitación integral de la plaza, aspira a que el mercado «se complete al 100%», con una próxima licitación de una decena de puestos comerciales y, al mismo tiempo, «se llene de vida». Y ya hay interesados.

«La segunda planta ha quedado demostrado que puede funcionar por sí misma, con congresos, exposiciones, actividades de diversa índole...; y la primera, una vez reubicados los puestos en la baja, será vaciada y, con la recuperación de las cristaleras originales, será un espacio diáfano con luz natural que podría acoger talleres y muestras vinculadas a La Rioja (desde gastronomía a artesanía)», adelanta.

«Estamos muy contentos con todo lo que está sucediendo: primero, la nueva plaza en Ciriaco Garrido; luego, la promoción de viviendas de Coblansa en Maristas; y ahora, disponer de más de dos millones para la reforma tan prometida y que nunca llegaba», asevera Ochoa.

Y es que, tras 25 años «sin acción de modernización alguna», ahora parece que se mueve todo de golpe y la zona ya comienza a centrar las miradas. «Habrá nuevas aperturas, fijo, y es que esto servirá para generar nuevas oportunidades de negocio de todo tipo», aplaude expectante por lo que puede estar por venir.