Novedades en Lobete

imprescindible transformación para darle un nuevo uso, pero no deja de ser un reto interesante, de gran interés para el barrio de Lobete.

En Lobete, bautizado como polígono industrial en su momento, creó el Ayuntamiento un espacio destinado a albergar industrias locales al final de la avenida de Lobete, lindante con la vía del ferrocarril. En el espacio ya existía la serrería de los hermanos Blanco, de San Asensio, grandes aficionados al mundo taurino y a la viticultura. Crearon una bodega privada que llenaron de notables muestras de vino riojano, convirtiendo el espacio en un rincón de cata, especialmente en San Mateo. Por allí pasaron figuras taurinas, tal que Enrique Ponce, que llegaba acompañado por un industrial valenciano cliente de la serrería Blanco y almorzaban en el cercano bar Campillo. En fechas festivas, por las mañanas, se preparaba un almuerzo en la serrería nutridamente asistido. A falta de cubierto, cada uno improvisaba una 'herramienta' con un tablerillo.

Sin salir de Lobete, surge el recuerdo de una de las primeras firmas que se asentaron en ese espacio: la empresa Comercial Cantábrica de Hierros y Aceros que llegó desde su primitiva sede en avenida de la Paz, en 1983, montando una gran ferretería. Luego, fueron llegando otras firmas como una estación de servicio, el taller Olsa, la carpintería de aluminio Bupa, Carrocerías Nájera, Auto Sport, mecánicos que llegaron desde Santos Ascarza, Gráficas Ochoa, una marmolería, los almacenes de calzado de Valdecantos, entre otros. Y según rumores, parece que hay interés en ocupar uno de los varios espacios que se mantienen obsoletos por en un importante supermercado.

Un local situado en avenida de la Paz 75, que llevaba muchos años cerrado, ha dado paso al negocio llamado The Temple, un bar restaurante con amplia gama en el sector de hostelería que ha sido dotado de un original mobiliario que le proporciona intimidad a los usuarios.

Y hablando de bares, otra novedad. Con la original denominación de El Gallo de la Rúa se ha abierto en el número 5 de la calle Albornoz un nuevo gastrobar, como se llama ahora a lo que antes se llamaba tabernas. Es un local que se recuerda que fue almacén dependiente del cercano y famoso restaurante Cachetero, estrella de la gastronomía logroñesa situado en la calle Laurel. Cuando quedó libre se convirtió en bar y restaurante con ligeros cambios de los inquilinos que se iban sucediendo, siempre sin dejar la hostelería. Que los nuevos promotores conviertan el nuevo bar y restaurante en un local atractivo.