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Naiara, alumna de 3º de la ESO del Sagasta, posa junto a sus padres Germán y Norbi en casa tras casi 20 días hospitalizada. :: Justo Rodriguez

Naiara vuelve a nacer

La niña de 14 años se recupera ya en casa tras su grave accidente de bici en Varea | «Ahora celebraremos un segundo cumpleaños el 4 de octubre», dicen los padres de la pequeña herida en una colisión camino del instituto

Javier Campos

Logroño

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Jueves, 1 de enero 1970

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En la familia Pulido Portillo aún siguen dándole gracias a Dios. Germán y Norbi llevan desde el martes en casa y, además, están en compañía de su 'niña'. Sólo ellos saben lo que han pasado, pero son conscientes y agradecen todo el apoyo recibido. Y es que mientras Naiara luchaba por su vida entubada en la UCI del hospital Santiago Apóstol de Vitoria, no estaba sola y junto a ella y sus padres estaban familia, amigos, todo un instituto como el Sagasta y todo un barrio como Varea.

Naiara ya está de vuelta en Logroño y, como dicen sus padres, felizmente, ha vuelto a nacer. Tópico, sí, pero no por ello menos cierto. «Ha sido un milagro», resumen quienes en la mañana del 4 de octubre recibían una de esas llamadas en las que uno nunca piensa. «Desde ese mismo momento dejamos de ser personas», afirma la pareja de colombianos, llegados a La Rioja en el 2001, justo la semana en la que pasan página y reinician una nueva vida después de haber superado momentos en los que todo hacía indicar que no había nada que hacer... «que estaba todo perdido».

Tanto es así que, si bien hasta ahora Naiara celebraba su cumpleaños cada 17 de junio, ahora añadirán una segunda fiesta cada 4 de octubre, día del fatídico accidente y a partir del cual la familia tiene la sensación de que juntos -tienen dos hijos más- se han ganado una nueva oportunidad. Así que el año que viene la joven cumplirá 15 años dos veces.

Naiara Pulido Portillo, alumna de 3º de la ESO: «Tengo ganas de ver a mis compañeros, de volver a las clases y a los entrenamientos»

Su evolución ha sido tal que hoy apenas le quedan pequeñas secuelas -no puede abrir un ojo que esperan que poco a poco vaya respondiendo-. Ha perdido, eso sí, una de las trenzas que llevaba aquel día. «Hasta el neurólogo nos decía cuando llegamos a Logroño que ellos, como profesionales médicos, no pueden hablar de milagros pues son incompatibles con la ciencia, pero...». Hay silencios que, en ocasiones, dan más a entender que las propias palabras. Y la verdad es que Naiara ha salido adelante contra los pronósticos de los especialistas.

La alumna de 3º de la ESO del IES Sagasta herida en una colisión con una furgoneta al ir en bicicleta al instituto el pasado 4 de octubre salió del coma y se ha recuperado en unos plazos 'récord'. Basta con conocer la evaluación con la que ingresó en el San Pedro en primera instancia, la que supuso su traslado inmediato a Vitoria ante la gravedad de su estado, y ver cómo se encuentra poco más de 20 días después. Daños en el tronco cerebral y un fuerte impacto en el pecho que le dejaba en suspenso un pulmón. Sin roturas. Y todo pendiente de una evolución que ha sido más favorable de lo que nadie llegó nunca a imaginar.

«No nos dieron ninguna esperanza, desde el mismo momento en que entró en la ambulancia nos dijeron que no era grave, sino muy grave. Cuando estaba en la UCI nos llegaron a decir que había que esperar a ver si despertaba, pero que igual ni despertaba», cuentan Germán y Norbi mientras Naira, convertida ahora en la reina de la casa, asegura no recordar nada. Ni siquiera los momentos previos al accidente.

Sólo sabe que iba con Noa, su 'hermana', su 'amiga del alma', con la que cada mañana desde hacía tres años recorría el trayecto que separa Varea de la calle Luis de Ulloa, donde se ubica un provisional Sagasta. Hubo un golpe y, después, la inconsciencia y el olvido. Fue Noa la que llamó al 112 y la que estuvo antes, durante y después con ella. De su cuello cuelga 'el árbol de la vida', regalo de los padres de Noa.

Un regalo material del que no se desprende al que se unió otro inmaterial en forma de canción escrita por sus compañeros de clase para ella. El destino quiso que el 'grupo', con la profesora de música al frente, llegasen a ofrecer su actuación en el mismo momento en que a Naiara le daban el alta. Voces y música que han estado bien presentes en la UCI, pues los estímulos que ha ido recibiendo de sus seres más queridos, al menos para los padres, han sido claves. «Percibíamos cómo en los sensores se detectaba una actividad cerebral diferente», confiesan. Y así hasta que despertó... «Y créeme si te digo que aquello fue como una fiesta», dicen emocionados quienes hablan de volver a la vida.

Su 'niña', Naiara, disfruta ya de ella, y cuenta los días para volver al Sagasta, practicar de nuevo atletismo, salir con sus amigos... vivir, en definitiva.

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