Una mujer, herida al colisionar su turismo con un jabalí en la LO-20, en La Grajera

El del ayer no ha sido el primer incidente con jabalíes en Logroño. La sequía generalizada está provocando que los animales salvajes se acerquen a los términos urbanos en busca de alimento, donde encuentran nueces, almendras y demás frutos secos.

Estos animales proceden normalmente de la Rad de Varea, la dehesa de Navarrete y la laguna Las Cañas de Viana. Habitualmente se han detectado muchos en el parque La Grajera buscando tubérculos, brotes, lombrices y la racima, pero la presencia de jabalíes en el casco urbano y los parques de la ciudad de Logroño es ahora mayor.

El pasado 1 de octubre un jabalí se desorientó y apareció en el centro de Logroño, en avenida de Portugal. El animal fue controlado por los agentes desde que accedió al casco urbano y no sólo no se le pudo reconducir hacia las afueras, sino que fue adentrándose más en el centro de la ciudad. El jabalí tenía un tamaño mediano, pesaba unos 40 kilos, y tras su muerte fue retirado por los agentes locales y entregado a la Cocina Económica para que lo aproveche en sus menús, previo examen sanitario.

Dos semanas después, el pasado día 15, apareció otro jabalí en el parque del Iregua y los agentes acordonaron la zona e intentaron, sin lograrlo, abatirlo de nuevo a tiros.