Una cosa es mojarse los pies y otra extender la toalla
En el estanque del parque Felipe VI se permite refrescarse los pies o la cabeza, pero no sumergirse en la parte profunda o tirarse de cabeza
La Policía Local ha contado este viernes que hace unos días tuvo que intervenir en el parque Felipe VI porque una veintena de personas se estaba bañando en el estanque y, a la vez, recordaba que está prohibido el baño en las plazas públicas y fuentes de la ciudad, según las ordenanzas de Zonas Verdes Públicas de la Ciudad y de Fomento de la Convivencia.
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Pero de ese estanque una de las primeras cosas que se supo es que tenía zona de pediluvio para jugar y refrescarse los pies. Lo mismo que hay un pediluvio en la entrada a la ciudad por el Camino de Santiago o unos chorros que en los que se remojan los chavales en Primero de Mayo u otros que se colocaron tras la reforma del parque México.
Así pues ¿Qué se puede hacer sin que te requieran? En el parque Felipe VI -lo mismo que en Primero de Mayo, por ejemplo- se permite que uno se refresque y se moje los pies, la cara, la cabeza entera... pero no se puede crear un entorno de playa, indican en el Consistorio, con la toalla desplegada al lado.
Tampoco se permite sumergirse en las partes hondas del laguito -tiene unas plataformas en el fondo con las que hay zonas más profundas que otras- y menos aún tirarse de cabeza, conducta que los agentes han llegado a presenciar, según reseñan en la administración local.
El lunes, desde la Unidad de Medio Ambiente, se colocarán los carteles oportunos. Por cierto, no, los perros tampoco pueden meterse al estanque.
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