Mesas en vez de coches... para siempre
Espacio público urbano. El Ayuntamiento de Logroño busca el modo de consolidar las terrazas en las bandas de aparcamiento a fin de dejar despejadas las aceras
Una provisionalidad que, vistos los resultados, aspira a convertirse en definitiva. Aunque habrá que decidir cómo. El Ayuntamiento de Logroño está dispuesto a consolidar las terrazas en las bandas de aparcamiento a fin de dejar las aceras despejadas como hasta ahora. Los planes municipales, que ya han sido expuestos en líneas generales al sector, si no oficial sí que de manera oficiosa, pasan por encontrar la fórmula para mantener las mesas y las sillas en el espacio que antes ocupaban los vehículos, en 'zona azul' en numerosos casos.
La Administración local, dentro de su regulación provisional aprobada en mayo de 2020 para la instalación de veladores durante las fases del desconfinamiento, abrió la posibilidad de que las terrazas situadas en aceras que no puedan dejar un paso libre de 3,5 metros desde la fachada se sirviesen de parte de la calzada hasta entonces destinada al tráfico rodado para cumplir la 'instrucción' y retomar la actividad tras el coronavirus.
Hoy, más de un año después, el Consistorio capitalino valora positivamente ese reparto del espacio y, por ello, cree que es uno de los cambios introducidos entonces dada la situación de emergencia sanitaria que deberían quedarse con o sin pandemia. La idea, así, es que las terrazas que ya lo han hecho bajen para siempre de la acera a la calzada.
Así se lo ha adelantado a Diario LA RIOJA el concejal de Desarrollo Urbano Sostenible, Jaime Caballero, quien cifra en más de 100 los veladores ganados al coche en su día y que, al mismo tiempo, han servido para beneficiar al peatón que puede transitar por aceras libres de obstáculos.
Aún no hay fecha para que los veladores que pudieron aumentar su superficie vuelvan a su tamaño de antes, pero tendrán que hacerlo tarde o temprano
«¿Qué va a pasar? Pues, siendo honestos, es difícil que volvamos a la situación anterior... con COVID-19 o sin ella. Creemos que ha sido un cambio a mejor, al que se han acostumbrado tanto hosteleros como clientes, que facilita la vida a los vecinos y a los transeúntes al disponer de mayor espacio de paso conciliándolo con la propia actividad», explica el propio Caballero.
Una mejora, a su juicio, que quieren afianzar en la próxima normativa, para la que tienen claro que hay que volver a sentarse con el sector, como cuando se pusieron en marcha tales modificaciones en pro de favorecer el mantenimiento del negocio cuando este apenas podía desarrollarse en el interior de los locales.
Al respecto, se baraja la posibilidad de que todas las terrazas en la banda de calzada se doten de cierta uniformidad con elementos que provean al conjunto de un aspecto más ornamental que el permitido hasta la fecha. Algo así como los 'parklet' o tarimas utilizados en otras ciudades para extender el espacio público para el peatón en detrimento del coche. Habría un período transitorio para la adaptación, en todo caso.
No es el único cambio que hay sobre la mesa en materia de terrazas. Y es que, llegados a este punto, con la favorable evolución de la pandemia y la progresiva vacunación de la población, desde el equipo de Gobierno no se oculta que tarde o temprano habrá que atajar la flexibilidad que hasta ahora se ha permitido respecto a la ampliación de la superficie.
Aprobado también hace ahora 13 meses, hasta el doble como mucho siempre que no se excediese de los 240 metros cuadrados y sin aumentar las mesas anteriormente autorizadas, el incremento del espacio público dedicado a los veladores se ha convertido en tema de debate. Y ello, precisamente y según reconocen desde la propia asociación Hostelería Riojana, por su uso... y sobre todo abuso. «Reconocemos que ha habido quien se ha pasado no ya tres pueblos sino 14», dice Francisco Martínez-Bergés, desde la patronal hostelera de la FER.
Lo normal es que las terrazas que han duplicado su superficie vuelvan a verse reducidas a la mitad. Sobre las fechas, eso sí, no hay nada claro. Pues se dijo que «hasta el fin de la pandemia», pero eso, de entrada, nadie sabe cuándo será. El Ayuntamiento, en este sentido, se muestra cauto. «No hay fecha para que tal flexibilidad llegue a su fin y dependerá de los decretos sanitarios gubernamentales, cuando acaben las recomendaciones, las distancias, en definitiva, todo lo que en su día nos llevó a lo que tenemos ahora», precisa Caballero.
En cualquier caso, el edil delegado del ramo recuerda que las autorizaciones actuales «son en precario y provisionales» y los hosteleros son conscientes de ello. Por tanto, saben que tiene fecha de caducidad. Al respecto, repite que ya en su día tales cambios se hicieron para «ayudar al mayor número de establecimientos posible», aunque hubo casos, «pocos», según el Ayuntamiento, que no tuvieron alternativa y perdieron la terraza y otros que quisieron tenerla pero no podían ni antes ni ahora. Ni antes con las aceras de 3,5 metros ni ahora que hay que dejar justo ese paso.
Hosteleros piden la vuelta de las mesas altas en las aceras con menos de 3,5 metros
Los bares y cafeterías de calles de la zona centro-oeste de Logroño ya levantaron la voz en diciembre pasado, cuando se le dio una solución a la Laurel y la San Juan a fin de poder hacer uso de la calle manteniendo la requerida distancia personal. Hoy, más de seis meses después, algunos de ellos vuelven a hacerlo y piden poder sacar mesas altas pegadas a las fachadas como antes de la pandemia –donde con dos metros de paso se permitían sin problemas–.
Hosteleros de calles como Vitoria, Chile, Lardero o Gonzalo de Berceo solicitan de nuevo revisar la norma de las distancias que, en la práctica, impide instalar veladores en las aceras donde no queden al menos 3,5 metros libres entre mesas, sillas y cualquier otro elemento y las fachadas de los propios establecimientos. «Sobre eso no quieren ni oír hablar», dicen desde Hostelería Riojana.
Y es que, con la actual normativa –4,5 metros, inicialmente, negociados y rebajados a 3,5 si las condiciones lo permitían según lo fijado durante la desescalada de mayo de 2020–, algunos locales no tienen ni siquiera la posibilidad de sacar mesitas altas junto a la pared.
«A unos días de no llevar mascarilla al aire libre, no tiene ya sentido», protestan. Con aceras de 3,5, sí que en su día se permitieron, como en avenida de Portugal, en el extremo que limita con la calzada y separadas con mamparas de la franja de paso.
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