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Por todo lo alto.La fiesta y la carrera elevaron al cielo gran cantidad de polvos de colores.

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Por todo lo alto.La fiesta y la carrera elevaron al cielo gran cantidad de polvos de colores.

Logroño se vuelve cromático

La 'Holi Life' reunió a más de mil corredores en el recinto ferial de Las Norias con ganas de impregnarse de polvos de colores y neón y que, tras el esfuerzo, disfrutaron de música y animación

GEMMA BENITO/B.B. DÍAZ URIEL

Sábado, 23 de junio 2018, 10:14

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Hay veces en las que ganar no significa necesariamente quedar primero. Otras en las que reírse durante una carrera te hace perder un pequeño aliento necesario para llegar a la meta. Y otras en las que siempre, pase lo que pase, se gana y reírse no resta esfuerzo, sino que suma. Esa vez ocurrió ayer en el recinto ferial de las Norias bajo el nombre de 'Holi Life'.

Unos 1.500 kilos de polvo de colores y de neón explotaron y mancharon a los miles de inscritos para esta carrera, una innovadora prueba que combina difusas raíces hindúes con el deporte y la diversión. Cada camiseta comenzó siendo lienzo para convertirse en diferentes cuadros, todos con gran armonía cromática.

Había tutús de todos los colores y gente de todas las edades, desde padres con carrito hasta chicas con móvil en mano con el modo 'selfie' preparado.

Todo esfuerzo físico necesita un calentamiento previo para evitar lesiones. Por eso, no faltó la animación desde una hora antes, música y baile, movimiento de cintura y muchos saltos siguiendo el compás de las canciones con 'Bella Ciao' a modo despedida.

A las nueve, el concejal de Alcaldía, Deportes y Jóvenes y presidente de Logroño Deporte, Javier Merino, fue el encargado de cortar la cinta que daba inicio a la carrera. Él también corrió pero para no mancharse, ya que, tras el pistoletazo, en este caso corte, de salida, una humareda de polvo verde obnubiló la vista de todos los allí presentes.

Los cinco kilómetros de recorrido se hicieron pequeños entre tanta risa. El arco rosa fue el colofón final a la carrera después de dejar atrás otros cuatro arcos de diferentes colores. Tras la línea de meta, más música y animación que se alargó hasta la cerca de la medianoche. Logroño cerró el día a mil colores por hora.

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