Logroño será 'ciudad 30' a partir del 11 de mayo por obra y gracia de la DGT

La velocidad máxima será además de 20 km/h en zonas urbanas en las vías que dispongan de plataforma única de calzada y acera (es decir, en las que no existe diferencia de altura entre la acera y la calzada), y de 50 km/h en vías de dos o más carriles por sentido de circulación.

Logroño, donde la velocidad genérica actualmente es de 40 km/h, se adaptará a la nueva realidad, como el resto y, todo ello, con el objetivo de intentar atajar la siniestralidad vial en el casco urbano. No en vano, la velocidad es uno de los factores que influyen especialmente en los accidentes de tráfico, pero sobre todo en la gravedad de las lesiones de las víctimas que resultan de los mismos.

Desde el comienzo del actual mandato, el concejal delegado del ramo, Jaime Caballero, viene considerando que el camino hacia la 'siniestralidad cero' –entendiendo la misma como 'cero accidentes graves'– pasa precisamente por reducir la velocidad. «Con normas como la de la DGT, sí, pero también transformando físicamente la red viaria logroñesa para hacer que los conductores pisen el freno y en ello estamos y seguiremos», asegura el concejal de Movilidad Urbana Sostenible, quien destaca el trabajo y colaboración al respecto realizados con la Jefatura Provincial de Tráfico de La Rioja.

Así, el actual límite máximo de 40 km/h se quedará para las vías de dos o más carriles por sentido de circulación, «como excepción», aunque con el modelo que actualmente puede verse en la Gran Vía, es decir, señalizando el carril derecho como 'carril 30' o 'ciclocarril' –y así se hará, por ejemplo, en Duques de Nájera–. También se mantendrá con la correspondiente señalización en viales periurbanos –como podría ser el caso de la avenida de Burgos–.